Actualizado 09/03/2009 19:07

El primer ministro de Kenia acepta la ayuda del FBI para investigar el asesinato de dos activistas

NAIROBI, 9 Mar. (Reuters/EP) -

El primer ministro de Kenia, Raila Odinga, ha aceptado una oferta de Estados Unidos para que el FBI ayude a investigar los asesinatos de dos activistas defensores de los Derechos Humanos, afirmando que los kenianos no confían en su Policía, según informaron hoy los medios locales.

Varios hombres armados mataron el pasado 6 de marzo al director de la Fundación Oscar, Kamau Kingara, y al coordinador de programas, Paul Oulo, quienes murieron después de que los asaltantes bloquearan su coche en una calle central de Nairobi. Los dos defendían las investigaciones por las muertes extrajudiciales a manos de la Policía, y su muerte se produjo horas después de que el Gobierno asegurara que son un frente de una banda notoria de criminales en el país, la banda criminal de los Mungiki, ilegal en Kenia.

Las muertes sumaron presión a la ya dividida coalición gubernamental, que también ha sido acusada de corrupción. Por su parte, el FBI se ha ofrecido a encontrar a los asesinos. "He dado instrucciones al Ministerio de Seguridad Interna para que se asegure de que estos oficiales del FBI trabajen junto con la Policía de Kenia y se lleven a cabo investigaciones", según la página en Internet de la radio Capital, quien cita a Odinga.

"No importa a cuánta gente se arreste o se procese, la Policía no pasará la prueba de credibilidad porque, según la percepción de la gente, la Policía en sí es cómplice", añadió. Los responsables de la Fundación Oscar habían movilizado protestas contra lo que aseguraban que era la muerte ilegal de más de 1.720 jóvenes y la desaparición de otros 6.542 que la Policía sospechaba eran miembros o simpatizantes de la banda Mungiki. Otros grupos defensores de los Derechos Humanos y el relator especial de la ONU sobre ejecuciones sumarias, extrajudiciales y arbitrarias, Philip Alston, han situado la cifra de muertos en cerca de 500.

El mes pasado, Kingara y Oulo se reunieron con Alston y algunas organizaciones de la sociedad civil aseguran que fueron asesinados por compartir información con el relator de la ONU. Alston pidió la semana pasada que algún organismo independiente investigara estas muertes para que la Policía pudiera ser exculpada.