Actualizado 26/10/2007 15:45

Rumí lamenta las muertes en el cayuco rescatado por un barco gallego y apela a no emprender un viaje letal

ALMERÍA, 26 Oct. (EUROPA PRESS) -

La secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí, expresó hoy su pesar ante la "lamentable" muerte de al menos 57 personas en el naufragio de un cayuco a 400 millas náuticas de la costa canaria y reiteró el llamamiento gubernamental para que los ciudadanos de Senegal y Mauritania "no emprendan esta travesía que, con frecuencia, deriva en la pérdida de vidas humanas".

En declaraciones a los periodistas en Almería, Rumí subrayó no obstante la "incidencia" de la campaña conjunta emprendida por los gobierno de España y Senegal para "sensibilizar" a la población de los riesgos de la "cara más dramática de la inmigración clandestina" y mostró su confianza en que la colaboración con los países emisores "siga dando sus frutos".

Al hilo de esta cuestión, Rumí se mostró partidaria de impulsar un nivel de cooperación en este ámbito igual al que han establecido las fuerzas y cuerpos de seguridad de España, Senegal, Mauritania y Marruecos "para evitar más muertes en el Atlántico" a través de la lucha "contundente e inflexible" contra las mafias que trafican con personas.

La secretaria de Estado de Inmigración y Emigración indicó que el único superviviente del naufragio, rescatado ayer por la tripulación del pesquero gallego 'Tiburón III' llegará "en próximas horas" a su país de origen --Senegal-- gracias, según enfatizó, "a la colaboración bilateral entre ambos gobiernos".

El único superviviente del naufragio y, al parecer, patrón de la embarcación siniestrada explicó que en el cayuco que partió de Nuadibú, en Mauritania, viajaban 57 personas que permanecieron 20 días a la deriva.

Durante ese tiempo, según explicó al patrón del 'Tiburón III', "la gente fue muriendo y tuvieron que echarlos por la borda", hasta el punto que sólo quedaron las siete personas de las cuales se halló su cuerpo y el mismo.