Actualizado 05/02/2009 20:16

El Senado italiano aprueba que médicos denuncien a inmigrantes sin papeles

ROMA, 5 Feb. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, G. Moreno) -

El Senado de Italia aprobó hoy un proyecto de ley sobre seguridad ciudadana que autoriza que los médicos puedan denunciar a los inmigrantes sin papeles que acudan a su consulta, entre otras medidas controvertidas.

La nueva norma, que todavía debe ser aprobada por la Cámara de los Diputados, suprime el reglamento anterior, en el que se prohibía a los médicos y demás personal sanitario informar a las autoridades sobre la presencia de inmigrantes en situación irregular.

La aprobación de esta regla fue duramente contestada por la oposición. El líder del principal partido de centro izquierda (Partido Democrático), Walter Veltroni, consideró que "hacer que personas enfermas puedan tener miedo" de ir al hospital por no tener los papeles en regla es "una idea inhumana" y "vergonzosa", además de "racista".

Diversas asociaciones de médicos también criticaron la medida, al considerar que vulnera el código deontológico y el secreto profesional de los médicos, aspectos básicos para el buen ejercicio de la profesión.

La asociación de médicos Anaao Assomed, por ejemplo, manifestó su "profunda desaprobación" y consideró que la norma supone "una grave violación de los principios constitucionales", según detalló en una nota.

Por su parte, Médicos sin Fronteras aseguró que se vulnera el derecho que tiene todo paciente a ser tutelado "como un ser humano, independientemente de cualquier otra consideración" y sin tener en cuenta condiciones de raza, sexo o recursos económicos.

Junto con otras organizaciones, Médicos sin Fronteras está llevando a cabo una campaña contra la norma bajo el lema 'Somos médicos y enfermeros, no espías'. Tras la aprobación en el Senado, las asociaciones lanzaron hoy un llamamiento para que la Cámara de los Diputados rechace el proyecto.

La medida que permite a los médicos denunciar a los inmigrantes indocumentados es sólo una de las numerosas reglas con las que el Gobierno de Silvio Berlusconi se propone poner las cosas más difíciles a los inmigrantes.

El proyecto de ley también prevé imponer un impuesto de entre 80 y 200 euros que los inmigrantes deberán pagar si quieren obtener o renovar el permiso de residencia en Italia.

Otras medidas, en cambio, tienen como objetivo aumentar la seguridad en general, imponiendo penas más duras a los pederastas o violadores o legalizando las 'rondas nocturnas' de ciudadanos para que vigilen los barrios más peligrosos de las ciudades.