Actualizado 15/12/2009 18:53

Los trabajadores sanitarios de Papúa denuncian que la inactividad del Gobierno contribuye a extender el cólera


MADRID, 15 Dic. (EUROPA PRESS) -

La inacción del Gobierno de Papúa Nueva Guinea está contribuyendo a la difusión del cólera en este país, según denunciaron este martes los trabajadores sanitarios en el terreno, que afirman que, desde el primer caso registrado en la provincia de Morabe (norte) el pasado mes de julio, se han registrado más de 1.300 casos, avivados en gran medida por las escasas prácticas sanitarias y la falta de acceso a agua potable.

De acuerdo con el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), un 58 por ciento de los seis millones de habitantes de este país no tienen acceso a agua potable, recoge la agencia de noticias humanitarias de la ONU, IRIN. "Se está difundiendo y el Gobierno no está haciendo nada", indica el coordinador de operaciones para el equipo de trabajo contra el cólera en una de las cuatro provincias afectadas, Sibauk Bieb. "Si no toman medidas pronto, mucha más gente va a morir", añadió.

Hasta la fecha, la Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene registrados 1.356 casos, de los que hay 35 muertes confirmadas. "Hay muchas zonas remotas donde habrá contagios y fallecimientos de los que no somos conscientes", indicó el representante de la OMS para el país, Eigel Sorenson.

Aunque el pasado septiembre el Gobierno declaró la emergencia de salud pública y prometió más de cuatro millones de dólares para combatir la enfermedad, esta financiación no se ha hecho efectiva, lo que ha dejado a las autoridades sanitarias y a las ONG solas para combatir la enfermedad, denuncian los trabajadores sanitarios.

Fuera del hospital general de Madang, la prueba de la extensión de la enfermedad ya es visible. Los pacientes siguen llegando al centro para el tratamiento del cólera --que cuenta con diez camas-- creado por la organización Médicos Sin Fronteras (MSF), que se ha convertido en un socio clave a la hora de intentar rellenar los huecos dejados por las autoridades.

"Necesitamos una respuesta firme para poder planificar, preparar y mitigar la mortalidad", afirmó la coordinadora médica de MSF, Vanessa Cramond. Los expertos sanitarios advierten de que la enfermedad ha viajado desde la capital provincial de Morabe, Lae, hacia el este y a lo largo de la costa.

Además, afirman que ahora se dirige por el agua a través del río Sepik, el segundo más largo del país y fuente principal de agua, tanto para el consumo como para otras tareas. "Hemos encontrado cólera en el agua en más de una localidad, y los resultados bacteriológicos son muy elevados", detalló un epidemiólogo de la OMS, Daniel Bleed.

Con la Navidad acercándose, miles de personas se preparan para regresar a sus hogares, y lo harán por aire puesto que numerosas aldeas son inaccesibles por carretera, una situación que podría provocar que la enfermedad se difunda por el aire.

Pero si la enfermedad se extiende hacia el interior, el impacto podría ser mucho peor. "Si el cólera se dirige hacia las montañas, será un desastre", afirmó Bieb. "Es el lugar donde vive la mayor parte de la población, y donde más débil es nuestro sistema sanitario y nuestra infraestructura", añadió, subrayando que el cólera se convertirá en un problema nacional en pocos meses.