ALMATY 1 Feb. (Reuters/EP) -
Un tribunal kazajo ha ordenado este miércoles la puesta en libertad de más de 70 presos, entre ellos el destacado opositor y defensor de los Derechos Humanos Yevgeni Zhovtis, en el marco de una amnistía con motivo del 20º aniversario de la independencia de Kazajistán.
Zhovtis, de 56 años de edad, ha criticado a menudo a las autoridades y ha pedido la derogación de las leyes que considera injustas. Fue condenado a cuatro años de cárcel en septiembre de 2009 por un delito de homicidio en un juicio que, según las organizaciones de Derechos Humanos, fue injusto y estuvo motivado por cuestiones políticas.
Él es uno de los 16.000 reclusos que van a recuperar la libertad gracias a la amnistía concedida para celebrar que el pasado 16 de diciembre hizo 20 años que Kazajistán se independizó de la Unión Soviética.
La esposa de Zhovtis, Svetlana Vitkovskaya, ha indicado que el tribunal de la ciudad de Ust Kamenogorsk le ha dicho a su marido y a los demás presos amnistiados este miércoles que deberán permanecer en prisión otros quince días, "hasta que la resolución entre en vigor". "Esto es una anarquía total (...). Desacredita aún más a las autoridades", ha declarado a la agencia Reuters.
Un funcionario que trabaja en el tribunal ha señalado que "el caso de Zhovtis se enmarca en la ley de amnistía con motivo del Día de la Independencia de Kazajistán", pero ha añadido que, según las leyes kazajas, los familiares de las víctimas de los presos disponen de un plazo de quince días para presentar una apelación contra la liberación en caso de amnistía.
Zhovtis ingresó en prisión por haber atropellado y matado a un peatón en una carretera. Él explicó que le cegaron las luces de los coches que circulaban en el sentido contrario y que no pudo evitar el accidente.
Estados Unidos dijo que la condena era excesiva, criticó los "errores de procedimiento" que hubo durante el juicio y expresó su preocupación por el hecho de que, a raíz del recurso presentado después, no se solucionasen las deficiencias. El Gobierno ha negado que el juicio tuviese motivos políticos.
La oposición ha acusado muchas veces al Gobierno de utilizar acusaciones falsas para encarcelar o silenciar a quienes lo critican y a oponentes del presidente, Nursultan Nazarbayev, que gobierna el país desde 1989.