Actualizado 02/09/2010 19:33

Ton Van der Kroon, escritor: "Mandela y Obama son ejemplos de masculinidad sana al sacrificar egoísmo por bien común"

Portada del libro El Retorno del Rey
VAN DER KROON

El autor del libro 'El Retorno del Rey' (Editorial Vesica Piscis Evolucionaria), Ton Van der Kroon, experto en misticismo y mitología occidental, así como la relación hombre-mujer y el trabajo con arquetipos, busca crear una nueva imagen de masculinidad en la que el hombre "esté orgulloso de ser quien es, que pueda ser tanto enérgico como compasivo, que se conozca a sí mismo y que se atreva a estar en el mundo". De esta forma, el libro se convierte en un ritual de iniciación para encontrarse con uno mismo: "Eso es el retorno del rey".

.- Tras sus seminarios en sitios tan dispares, ¿Las igualdades son mayores que las diferencias entre los hombres?

He impartido seminarios para hombres en Holanda, Bélgica, Rusia, Inglaterra y Gaza, y lo más impactante para mí ha sido observar lo parecidos que somos los hombres: todos anhelamos respeto, amor y atención; todos tenemos nuestras heridas; a la mayoría les ha faltado el padre y todos queremos vivir una vida llena de sentido. Aparte de las diferencias culturales -lo que comemos, cómo nos vestimos o el idioma que usamos- existen algunos principios fundamentales del ser humano, o de ser un hombre. En general, en todo el mundo los hombres somos muy parecidos. Desafortunadamente, tendemos a ver sólo nuestras diferencias, pero realmente son superficiales.

.- Frente los antiguos rituales de entrada al mundo adulto, la concepción actual de este salto se asocia a la mayoría de edad. ¿Tardamos más en hacernos hombres?

El proceso de iniciación de la infancia a la edad adulta supone sólo un momento, y cuando es traumático, la terapia que lo reconduzca puede durar muchas sesiones. El paso de niño a hombre es un momento de bendición, de reconocimiento, de encontrar tu verdadera visión de la vida, de saber quién eres. Esto ocurre en un instante, y si la iniciación es guiada por los ancianos, mentores o chamanes, ese instante resulta maravilloso. Pero la mayor parte de las veces debemos solucionarlo solos, y eso lleva tiempo.

Los jóvenes recurren a la música house, al alcohol, a las drogas o a la violencia para conseguirlo. Es decir, crean su propia forma de iniciación. Es una pena que los padres y los ancianos de nuestra sociedad no se preocupen de esa importante fase en la vida de los jóvenes.

.- En las cualidades del hombre de hoy se refiere al respeto de otras culturas y del medio ambiente. ¿Se vive una grave crisis en estos puntos que impiden llegar al hombre auténtico?

Desde la Revolución Industrial, los hombres desaparecieron de sus casas para ir a trabajar en las fábricas, las oficinas y las instituciones. Antes, trabajaban junto a sus hijos en la tierra o en la casa. Se volvieron físicamente ausentes. Después de las dos guerras mundiales, también se volvieron ausentes emocional y espiritualmente. No hay ninguna herencia espiritual que pase de padre a hijo y esto es muy dañino: deja un vacío tan grande que ni siquiera nos damos cuenta de que está ahí. Sólo sentimos que falta algo, algo esencial, algo que da sentido. Experimentamos el vacío, la pérdida del alma en nuestras familias y sociedades.

.- ¿Podría poner un ejemplo de un personaje público al que pueda aplicar su concepto de masculinidad sana de forma argumentada?.

Dos hombres a los que admiro son Nelson Mandela y Barack Obama. Los dos son líderes que han luchado consigo mismos y han puesto sus vidas al servicio de la sociedad. Creo que hay un cierto aspecto de la masculinidad que debe sacrificarse a sí mismo para estar al servicio de la tribu, del mundo. Cuando no lo hacemos, nos volvemos egoístas e indigentes emocionales. La masculinidad sana es fuerte aunque vulnerable, es abierta aunque firme, es a la vez enraizada y sensible, es capaz de sacrificar sus intereses egoístas por el bien de todos.

.- ¿Cómo deben potenciar los hombres el lado femenino que han perdido a lo largo del tiempo?

Los hombres han pensado equivocadamente que el ámbito de los sentimientos y la intuición pertenecen a las mujeres. Se supone que no podemos llorar, sentir, pero así nos hemos desconectado de nuestro propio ser. Sí que tenemos sentimientos, dolor y sabiduría intuitiva, y cuando los ignoramos o incluso los ridiculizamos, nos convertimos en machos superficiales.

.- En cuanto a la relación del hombre y la mujer ¿Cómo se afronta el crecimiento cuantitativo de estas últimas en los puestos destacados de la sociedad actual? ¿Cree que la paridad en las empresas, por ejemplo, es un buen método para alcanzar la igualdad real?

Derechos y posiciones de igualdad son importantes, pero más aún lo es el hecho de valorar de la misma forma la verdadera feminidad y la verdadera masculinidad. De lo contrario, las mujeres llegarán a los puestos pero deberán actuar en un mundo de hombres, y en último término serán como hombres. Eso ya ha ocurrido. Las mujeres han sacrificado su feminidad profunda para convertirse en iguales de los hombres. Lo que importa no es la igualdad, sino ser quienes somos de verdad. No somos iguales, hombres y mujeres somos muy diferentes y debemos honrar y valorar esa diferencia. Esto convierte la sociedad en un terreno de exploración más sensual y divertido.

.- ¿Qué objetivo último persigue a través de la lectura de su libro?

Que los hombres sean capaces de reconocerse unos a otros para que puedan ver que no están solos en su lucha. Contactando con otros hombres, compartiendo penas, lágrimas, alegrías y fuerzas, empiezas a comprender lo que significa la masculinidad. El libro es como una iniciación en sí, proporciona un mapa psicológico del recorrido del héroe. Al final llegas a casa contigo mismo, sabes quién eres, eso es el retorno del rey.