Yolanda Besteiro lleva muchos años defendiendo los derechos de las mujeres y denunciando su situación de desigualdad en el mundo laboral, familiar y social. En esta entrevista concedida a Europa Press explica cómo la crisis está afectando al sector femenino y la necesidad de que los hombres se impliquen y tomen como propio las tareas domésticas.
.- Usted es presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas, portavoz adjunta del PSOE en Alcalá de Henares, vicepresidenta de la Plataforma de ONG de acción social y madre. ¿Cómo concilia su labor familiar y profesional?
Haciendo malabarismos como todas las españolas que nos encontramos en una situación donde tenemos que compatibilizar trabajo con vida en familia. Sin embargo, yo gracias a los dispositivos de familia y especialmente a la colaboración y participación de mi marido puedo llevarlo más o menos bien, aunque aún así es necesario tener que dedicar muchas horas para que todo salga perfecto y sigue siendo realmente complicado poder compaginar ambas obligaciones.
.- ¿Cuál es el reto más importante al que se tiene que enfrentar la mujer de hoy en día? ¿Y el más complicado de lograr?
Creo que lo más importante que se tiene que lograr es la corresponsabilidad, el avanzar en igualdad asumiendo responsabilidades en la esfera publica y tener tiempo privado, para no hacer nada, practicar deporte... Nosotras necesitamos que los hombres asuman la parte de corresponsabilidad que les corresponde, porque a las mujeres se nos ha impuesto una serie de actividades que se nos ha atribuido casi en exclusiva a nosotras, sin pertenecernos realmente.
Si los hombres no se implican, lo que ocurre es que hay dificultades para promocionar y asumir responsabilidades públicas, conseguir un trabajo de mayor prestigio y también de mayor retribución.
.- Pero, ¿se ha avanzado en esta materia?
Afortunadamente, cada vez hay más hombres que adquieren esta labor de corresponsabilidad, que les pertenece en el mismo grado que a nosotras, pero realmente está costando mucho implantarlo en la sociedad. A mi juicio, es importante que los empresarios entiendan que las tareas del hogar es una tarea que corresponde a ambos sexos, de esta forma, habrá cosas que perjudiquen a hombres y mujeres, y no solo a las mujeres.
Además, el hecho de que los empresarios se conciencien traerá beneficios para las mujeres. Por ejemplo, se tendría que empezar por no tener prejuicios de contratar a mujeres cuando están en edad de tener hijos o de promocionarlas aún cuando tienen responsabilidades familiares. También las Administraciones Públicas deben hacer compatible el trabajo y la utilización del espacio público con el privado y el doméstico, y generalizar las escuelas infantiles de cero a tres años.
.- En relación con este tema, un estudio publicado recientemente revela que el 88% de los españoles niega que "el lugar de la mujer esté en el hogar". Sin embargo, este dato no se corresponde con la realidad. ¿Usted cree que los españoles están mentalizados, concienciados de que deben compartir las tareas domésticas?
En la práctica, seguimos siendo las mujeres las que dedicamos una mayor cantidad de horas al hogar, al cuidado de los hijos, a la atención de personas dependientes, y también somos las que pedimos la excedencia para cuidar de los pequeños y de los familiares que lo necesitan, y asumimos la jornada a tiempo parcial para compatibilizar el trabajo y la atención a la familia. Las mujeres realizamos casi en exclusiva estas tareas.
Lo que piensan ellos es que deben ayudar, pero no están concienciados de que deben asumir la función de corresponsabilidad que les pertenece. No es lo mismo. Saben que tienen que hacer algo pero no lo asumen como un trabajo propio, una tarea de la que deben responsabilizarse, aún queda mucho que andar por ese camino. Pasar de la teoría a la práctica es el reto que tenemos.
.- ¿La ley de Igualdad ha supuesto realmente un cambio en la situación de las mujeres? Desde su punto de vista, ¿cuáles han sido los avances que se han logrado este último año?
El 2009 supuso que se implantasen varios planes de igualdad en las grandes empresas, así como importantes avances en materia de responsabilidad política, con la celebración de las elecciones generales y municipales, y también una mayor presencia de las mujeres en espacios públicos y planes de igualdad en muchas empresas.
Por supuesto que la ley ha supuesto un cambio, sin lugar a dudas, porque conlleva aspectos relevantes como, por ejemplo, que todas las leyes tienen que hacer referencia al impacto de género y estudiar cómo afectará la promulgación de esa ley a las mujeres, además de determinar medidas concretas y efectivas para poder avanzar en igualdad.
.- La crisis ha agravado en un 20 por ciento los despidos y abandonos laborales por maternidad. ¿Cómo ha perjudicado la crisis a las mujeres?
La crisis se está cebando con el empleo femenino y con las posibilidades de promoción de las mujeres. En este tiempo, hemos observado un incremento de despidos de mujeres embarazadas o con responsabilidades familiares. En muchos casos se las ha invitado a irse de su empresa, algo que ya no sucedía. Además, han descendido la utilización de permisos de paternidad.
En este sentido, estamos viendo cómo desde los medios de comunicación se está difundiendo la idea que de que la crisis se ceba con los hombres en el empleo, y las mujeres lo estamos superando mejor. No es así. Ahora se está produciendo eliminación de empleo en el sector servicios, que está fuertemente feminizado, y a las mujeres nos afecta más porque estamos incorporadas al mercado laboral en situaciones más precarias y tenemos menos protección que ellos.
Es un error que, para salir de la crisis, se piense sólo en el empleo masculino y no se diseñen estrategias para el acceso y la permanencia de empleo femenino, porque lo que sucederá es que los hombres se encontrarán en una situación de pleno empleo, como antes de salir de la crisis, y las mujeres en una situación estancada, sin haber avanzado nada en este tiempo. Tenemos que ver la crisis como un reto para cambiar el modelo productivo y una forma para que podamos afrontar con mayor optimismo la situación, especialmente las mujeres.
.- ¿Qué queda por hacer en el camino de la igualdad?
Que se termine de desarrollar la Ley Integral contra la Violencia de Género, que se consiga la igualdad en el empleo, atendiendo a criterios de méritos, que se ponga fin a la trata de mujeres con fines de explotación sexual y que se cumplan todas las previsiones de la Ley de Igualdad.