Actualizado 07/12/2010 18:44

Cemex utiliza 6.000 toneladas de palmera afectada por picudo rojo en Buñol como combustible


VALENCIA, 7 Dic. (EUROPA PRESS) -

La planta de Cemex en Buñol ha utilizado como combustible en sus hornos de cemento, desde el pasado mes de febrero, casi 6.000 toneladas de palmera afectada por picudo rojo, según informa la empresa. Gracias a esta medida, la cementera calcula que se han dejado de emitir a la atmósfera más de 5.000 toneladas de CO2.

En colaboración con la Conselleria de Medio Ambiente y dentro del Plan de Protección Integral fitosanitario para los palmerales, Cemex colabora para resolver el problema destruyendo las palmeras infectadas por este coleóptero y convirtiéndolas posteriormente en un combustible vegetal cuyo consumo, además, ahorra emisiones de gases contaminantes a la atmósfera.

La fábrica, según ha explicado la empresa, no ha necesitado la concesión de ningún permiso especial para poder valorizar en los hornos el material contaminado por el picudo rojo, ya que la instalación disponía de autorización para la valorización energética de Enerfuel (energía alternativa procedente de residuos) y las autoridades han considerado que no hay modificación alguna de las condiciones ambientales reflejadas en su Autorización Ambiental Integrada (AAI).

Asimismo, ha señalado que, aunque las previsiones apuntan a una reducción paulatina de casos debido a los tratamientos preventivos, CEMEX mantendrá esta colaboración hasta que la Conselleria considere oportuno.

El aumento del uso de combustibles alternativos o valorización energética --acción que consiste en emplear residuos con contenido energético como sustitutos del combustible convencional-- es uno de los factores que contribuye directamente a la rebaja de las emisiones globales de CO2, ha explicado,.

De hecho, durante 2009 y sólo en la Comunidad Valenciana, Cemex sustituyó el 35,3 por ciento del combustible tradicional o coque por otros combustibles más sostenibles, principalmente Enerfuel, y en 2010, el porcentaje ha ido en aumento, lo que ha permitido ahorrar la emisión de 63.964 toneladas de CO2 a la atmósfera.

También durante el pasado ejercicio, en las fábricas de cemento Cemex ubicadas en Buñol y en Alicante, se produjo una rebaja de las emisiones de CO2 a la atmósfera del 32,5 por ciento, en buena parte debido la menor producción de clinker. Sin embargo, el recorte en las emisiones de CO2 por tonelada de clinker alcanzó el nueve por ciento, un indicador que "refleja objetivamente la rebaja de las emisiones".