Actualizado 26/07/2012 16:14

Un experto destaca que comunicar bien en público favorece lograr posición de liderazgo dentro de la empresa

CARMONA (SEVILLA), 26 Jul. (EUROPA PRESS) -

El curso de verano de la UPO 'Hablar y debatir en público' que se imparte en el Centro 'Olavide en Carmona' hasta el viernes, enseña de forma práctica hablar y debatir de manera segura y persuasiva ante cualquier auditorio. Guillermo Sánchez Prieto coordinador del seminario y profesor de Habilidades directivas, técnicas de comunicación y negociación en ICADE y director del Grupo BLU explica que comunicar bien en público es una forma de ascender y coger una posición de liderazgo dentro de la empresa.

"No hay ningún buen líder que no sepa comunicar" asegura Sánchez Prieto que considera "fundamental" desarrollar y practicar técnicas para el control de los nervios, mantener y captar la atención del público o para "convertir las amenazas o defectos en oportunidades de cara a la comunicación", ha dicho en una entrevista para Europa Press.

Sánchez Prieto, ponente en las conferencias del curso, considera que se puede ensayar en cualquier sitio, "todos hemos expuesto alguna vez en nuestra vida". Una conversación entre amigos, contar un chiste con gracia, hablar en una reunión familiar son ejemplos de comunicación grupal "en los que ya se pueden ensayar las técnicas aprendidas en el curso" a lo que añade "la única diferencia es que en estos casos no somos conscientes del público que nos rodea".

La preparación del texto es "muy importante", dice para combatir los nervios, mientras que visitar la sala en la que se va a realizar la exposición o llevar un esquema que permita seguir el hilo conductor de la ponencia, ayudan al comunicador a "conectar con la gente" y prepararse mentalmente para el momento. No obstante, advierte que "no todo es lo que se cuenta", la comunicación no verbal "juega un papel muy importante", afirma.

Microgestos, apenas imperceptibles "pero que comunican mucho de manera inconsciente", la forma de vestir, el aspecto físico "como ir afeitado o no, maquillarse mucho o no" también afectan en el discurso y su objetivo. En este sentido, Sánchez Prieto aconseja "hacer un buen uso del espacio, mantener el contacto visual y cuidar los gestos", sobre todo dice "los extrovertidos" de los que se esperan más habilidades que en un "tímido".

El lenguaje también importa, explica, por lo que deberán evitarse las construcciones complejas y apostar "por un lenguaje simple sin subtramas o subordinaciones", pues "cuanto más sencillo mejor". Así, invita al alumno a "lanzarse" a pesar de los miedos a equivocarse que puedan existir y razona "si no te equivocas, tampoco puedes aprender".

Cursos de formación, formadores, especialización e incluso, técnicas de coaching, pueden ser útiles para mejorar las habilidades comunicativas del individuo. Una práctica que considera "es gratificante porque ayuda a crecer y a mejorar como persona y en sociedad". Finalmente, concluye que las técnicas de la comunicación cara a cara no son las mismas, encontrándose la principal diferencia en el "contacto visual", donde en la interpersonal no debe ser "mantenida ya que puede causar intimidación".