Actualizado 02/05/2007 16:12

RSC.- La FAO destaca en un Informe la responsabilidad de la agricultura para detener el deterioro medioambiental

La nueva investigación recoge que el sector agrícola y ganadero emplea a casi 990 millones de personas pobres en las áreas rurales


MADRID, 2 May. (EUROPA PRESS) -

Un informe de la FAO presentado durante la última reunión de su Comité de Agricultura en Roma la pasada semana defiende la agricultura como 'actor clave' para la resolución de los actuales problemas del Medio Ambiente como la degradación medioambiental que amenaza la productividad agrícola y la seguridad alimentaria.

En este sentido, el director general adjunto de la FAO, Alexander Müller, señaló que "la agricultura es a menudo responsable de los daños al Medio Ambiente, por factores como la producción no sostenible de alimentos, el mal uso de los combustibles, el agotamiento de los recursos naturales o la explotación excesiva de los ecosistemas".

Pero al mismo tiempo, señaló Müller, "los campesinos deben ser considerados un elemento clave para detener la degradación de ecosistemas vitales".

A su juicio, "se necesita voluntad política" para hacer frente a la degradación de los ecosistemas a través de cambios en las políticas y prácticas agrícolas y en las instituciones. "La agricultura tiene que figurar en el centro de la escena si se quiere conservar el equilibrio ecológico del que dependen las generaciones futuras", añadió. Además, indicó, sino hay cambios "la degradación medioambiental puede amenazar la productividad agrícola y la seguridad alimentaria".

En este sentido, Müller critica que gran parte del debate sobre la biodiversidad, el cambio climático y la bioenergía se está produciendo sin la participación del sector agrícola.

Por ello es necesario, según el responsable de la FAO, "un análisis global de los problemas medioambientales asociados a la agricultura, un marco estratégico para identificar los enfoques adecuados desde el punto de vista ecológico y económico".

El informe de la FAO destaca que a pesar de la aprobación de importantes acuerdos internacionales sobre Medio Ambiente, las emisiones de CO2 continúan aumentando, las especies siguen extinguiéndose y la desertificación es todavía una grave amenaza en muchos países.

Un obstáculo para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio antes de 2015 es la degradación de los servicios medioambientales que pueden empeorar de forma importante durante la primera mitad de este siglo, según el Informe.

Asimismo, según las previsiones, la población mundial continuará aumentando en el futuro, lo que significa que la producción agrícola y la disponibilidad de alimentos "deberá aumentar para poder reducir la cifra de los 854 millones de personas que son víctimas del hambre en todo el mundo".

Además, se espera que el cambio climático aumente las presiones que sufre el Medio Ambiente, ya que los sistemas productivos de larga tradición se verán desestabilizados por falta de agua, salinidad, aridez, y aumento significativo de las temperaturas.

A esto se suma que el aumento previsto de los monocultivos para producir biocombustible puede llevar a una aceleración de la erosión de la biodiversidad, según la FAO.

"Estos cambios suponen grandes desafíos, ya que la biodivesidad es la materia prima que los fitogenetistas usan para crear nuevas variedades de cultivos que se necesitan para salvaguardar la alimentación y la agricultura para las generaciones futuras, así como para mantener una amplia base genética", según recoge el informe.

CONTAMINACIÓN AGRÍCOLA

Según estimaciones de la FAO, está previsto que la producción mundial de carne pase de los 299 millones de toneladas en el período 1999-2001 a 465 millones de toneladas en el año 2050, es decir, más del doble. Asimismo, la producción lechera pasará a su vez de 580 a más de 1.000 millones de toneladas.

La mayor parte de estos aumentos tendrán lugar en los países en desarrollo como China, India y Brasil, y se espera que los sistemas de explotación intensiva contribuyan a la mayor parte del crecimiento.

La ganadería emplea a cerca de 987 millones de personas pobres en las áreas rurales, pero aumenta la presión sobre muchos ecosistemas y contribuye a los problemas medioambientales a nivel mundial. Por ejemplo, entre el 10 y el 20% del total de los pastizales se encuentra degradado a causa del ganado, principalmente.

Además, la ganadería contribuye al 9% del total de las emisiones de dióxido de carbono que resultan de la actividad humana, y al 37% de las emisiones de metano. Por último, el ganado es clave en el uso y agotamiento de los recursos hídricos, ya que es el responsable del 8% del consumo mundial de agua.

Por todo ello, Müller afirmó que es necesario "tomar medidas drásticas a nivel técnico y político para solucionar el impacto medioambiental de la producción ganadera", ya que en caso contrario, "empeorará de forma dramática, teniendo en cuenta el crecimiento previsto del sector".