Ibarra aboga por "la prudencia y la tolerancia" para hacer efectivo el Estado democrático de Derecho en el País Vasco

Actualizado: lunes, 10 mayo 2010 17:39

Recuerda el asesinato de Lidón como el día "más infausto" de su carrera y defiende la imparcialidad para juzgar a "los asesinos"

BILBAO, 10 May. (EUROPA PRESS) -

El nuevo presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), Juan Luis Ibarra, abogó hoy por "la prudencia y la tolerancia" para contribuir a "la efectividad cotidiana del Estado democrático de Derecho en el País Vasco".

Durante su discurso en el acto de toma de posesión de su cargo, Ibarra recordó el asesinato a manos de ETA noviembre de 2001 del juez de la Audiencia Provincial de Bizkaia, José María Lidón, como "el día más infausto" de su carrera judicial, y defendió "la imparcialidad" de los jueces para juzgar "justamente" a "los asesinos" de la banda, a los "liberticidas".

Apadrinado por su antecesor en el cargo, Fernando Ruiz Piñeiro, y por el que fuera presidente de la Sala de lo Contencioso-administrativo del TSJPV antes que él, Enrique Torres -ya jubilado-, al acto asistieron numerosos representantes institucionales, entre ellos, el lehendakari, Patxi López, acompañado de consejeros de su Gobierno; la presidenta del Parlamento vasco, Arantza Quiroga, junto con los miembros de la Mesa de la Cámara.

El máximo representante del CGPJ, Carlos Dívar, acudió al Palacio de Justicia para presidir el acto y, en su intervención, agradeció al lehendakari su asistencia, por lo que representa de "fluidez" en las relaciones institucionales.

Juan Luis Ibarra juró su cargo y aseguró que desempeñará sus funciones "con prudencia y con tolerancia". A su juicio, es necesario actuar "con sometimiento pleno a la Constitución y al resto del ordenamiento jurídico", pero también desde el valor jurídico del "pluralismo político".

"La prudencia judicial consiste en asumir que la respuesta del poder judicial al anhelo social no puede ser otra que la de contribuir a la reparación de las injusticias que son remediables en cada tiempo y en cada concreto proceso", indicó.

Durante su intervención, destacó que "la lucha por la independencia judicial lo es por la división de poderes", y precisó que, "actuar con sometimiento pleno a la Constitución y al resto del ordenamiento jurídico, como es nuestra obligación, comprende también el valor jurídico del pluralismo político".

"Es un compromiso al que los jueces no debemos enfrentarnos desde una posición de 'tolerancia indiferente', sino desde la fortaleza de un poder público que sabe escuchar sin dogmatismos y responder con razones de justicia a situaciones que se presentan impregnadas de esa dimensión de la política que es la enorme pluralidad presente en nuestra sociedad", apuntó.

ETA

Además, se refirió al 7 de noviembre de 2001, fecha en la que ETA asesinó al magistrado José María Lidón, como "el día más infausto" de su carrera judicial, y recordó que, entonces, sus compañeros declararon que "nos sentíamos con fuerza para juzgar justamente a sus asesinos". "Y era así porque el derecho penal de la democracia nos había ya enseñado a juzgar con imparcialidad, apreciando sin odio ni afecto las pruebas", indicó.

En esta línea, subrayó que "la tolerancia en la que se sostiene el valor jurídico del pluralismo político rechaza cualquier visión éticamente relativista del liberticidio, pero la capacidad de sobreponernos a la amenaza del terrorismo se muestra en el reconocimiento del principio de común humanidad hacia el asesino".

"Es en el reconocimiento del procesado como persona humana donde encontramos la fortaleza para juzgar su conducta delictiva con plena aplicación de las garantías constitucionales, en un proceso justo. Tolerancia y pluralismo son dos valores que aparecen íntimamente relacionados en la práctica de la justicia. No puede ser de otra manera en nuestro sistema político de 'concordia-discordia', que busca determinados consensos, pero acepta el conflicto social y la discrepancia", aseveró.

LEGITIMACIÓN DE LA JUSTICIA

Juan Luis Ibarra manifestó que "el progreso de la legitimación de la Justicia en el País Vasco requiere consenso en cuanto a los principios vertebradores del Estado social y democrático de Derecho instituido por la Constitución, y exige una tolerancia activa, expresada en términos de lealtad institucional, respecto de las lícitas discrepancias".

En este sentido, se comprometió a "dinamizar las energías necesarias para llevar a cabo una gestión que sea eficaz en cuanto al cumplimiento de los fines institucionales; y que permita obtener resultados eficientes en la difícil interacción entre los consensos imprescindibles y los disensos que caracterizan nuestra realidad social e institucional".

En su opinión, se trata de "una realidad que necesita las sinergias generadas por compromisos y apoyos cruzados, cuando no trenzados, entre instituciones, organizaciones, grupos y personas". "En el ámbito de la Administración de Justicia en el País Vasco, nada será imposible si los profesionales que la servimos componemos una masa crítica suficiente para que no se tenga por ilusorio el esfuerzo cotidiano en la lucha por el buen derecho", dijo.

El magistrado afirmó que "eso es lo que una sociedad abierta demanda de sus jueces": prudencia y tolerancia. "Que aprovechemos la oportunidad cotidiana de hacer un buen derecho, de enjuiciar los conflictos entre partes sacando chispas de Justicia del pedernal del Derecho. Porque, con ello, y sólo con ello, contribuiremos a la efectividad cotidiana del Estado democrático de Derecho en el País Vasco", señaló.

Por último, Ibarra dijo que, "ciertamente", se encontrarán "muy pocas situaciones en los países democráticos del entorno en las que el ejercicio de la justicia esté sometido a exigencias tan críticas como entre nosotros, en los que la justicia se deba mover en terrenos tan difíciles de transitar".

"Nuestra tarea no podrá saldarse con el éxito, si no tenemos plena conciencia de ello. Ahí radica nuestra fuerza, en el profundo conocimiento del camino que debemos transitar", añadió, para asegurar que su "mejor voluntad quedará empeñada" en la tarea que debe afrontar en estos próximos años como presidente del TSJPV.

ASISTENTES

Entre los numerosos asistentes al evento, asistieron, además del lehendakari, el consejero de Interior, Rodolfo Ares, la consejera de Justicia, Idoia Mendia, la presidenta del Parlamento vasco, Arantza Quiroga, junto a los miembros de la Mesa de la Cámara autonómica, los tres presidentes de las Juntas Generales de Bizkaia, Álava y Gipuzkoa, el delegado del Gobierno, Mikel Cabieces, y el portavoz del PSE-EE, José Antonio Pastor.

Además, del presidente del CGPJ, Carlos Dívar, también estuvieron en el acto nueve vocales del Consejo, entre los que se encontraban los tres designados para el País Vasco, Margarita Uria, Manuel Almenar y Félix Azón, así como la portavoz del máximo órgano de gobierno de los jueces.

Tampoco faltó al evento la Fiscal Superior de la Comunidad Autónoma Vasca, María Angeles Montes, los presidentes de las tres Audiencias Provinciales, y miembros de la Judicatura y Fiscalía vasca, secretarios judiciales y abogados, entre ellos, el decano del Colegio de Abogados de Bizkaia, Nazario Oleaga.