La consejera vasca de Salud afirma que "si el escenario se agrava, podemos ser capaces de duplicar nuestras camas en cuidados intensivos"
BILBAO, 22 Mar. (EUROPA PRESS) -
La consejera de Salud del Gobierno Vasco, Nekane Murga, ha afirmado que se están poniendo medidas para que el incremento de los casos por Covid-19 se frene, pero ha advertido de que "entre que se implantan las medidas y se ven los resultados pasan de diez a doce días".
En una entrevista concedida al diario Deia, recogida por Europa Press, la consejera analiza la crisis generada por la pandemia del Covid-19 y especialmente la situación que se da en Álava.
En este sentido, aclara que los primeros profesionales del hospital vitoriano de Txagorritxu que se vieron infectados cogieron la infección "externamente y no en el mismo sitio", siendo contagiados por "no profesionales y con pocos síntomas al inicio".
"Paralelamente en Gasteiz, y por diferentes circunstancias, ha sido frecuente este virus. Y muchos de esos afectados además acudieron a este hospital. Entre estos profesionales que cogieron la enfermedad fuera, más la llegada de personas infectadas, se generó este mayor número de positivos", advierte.
De este modo, reconoce que en Álava se da "una mayor necesidad de asistencia que otras áreas", pero subraya que se trabaja en red y "en este momento ni siquiera utilizamos los hospitales concertados, que muchas veces requerimos en epidemia de gripe".
"Tenemos nuestros hospitales en un momento de ocupación baja por otras enfermedades y un hospital de más de 1.000 camas con 196 ocupadas, según los datos del viernes. Es cierto que, como en esta enfermedad priorizamos los aislamientos, a veces debemos anular las habitaciones para dos y convertirlas en habitaciones de uno. Pero trabajamos en red y tenemos los hospitales concertados en caso de que haya sobrecarga y de momento solo se han usado tres camas por unas circunstancias concretas y no hemos funcionado con hospitales privados", describe.
De este modo, afirma que en Álava Osakidetza está siendo capaz "por medios propios" de tener a todas las personas ingresadas que lo necesiten, aunque si fuera el caso, "antes de un hospital de campaña, podríamos trasladar a los pacientes entre nuestros centros, pero en estos momentos no nos está haciendo falta".
UCI
Respecto a las UCIs, dice que están libres un 20-30%, aunque se trabaja en cuatro posibles escenarios de cara al futuro y existen planes de contingencia que permitirían incluso "duplicar el número de camas UCI".
"Según se agrave el escenario, podemos ir ampliándolas por fases. Por ejemplo, hay unidades donde tenemos a los pacientes cuando despiertan de una cirugía y eso nos permite tener 100 camas más. En el escenario 3, podemos empezar a incorporar áreas de quirófano como UCI y podemos sacar otras 100 más. Porque estas unidades no solo son aparatos ni espacios, son sobre todo personas que podemos ir incorporando como profesionales que antes trabajaban en quirófanos o por ejemplo enfermeras de anestesia que ahora pueden apoyar a equipos de UCI", argumenta.
En lo que se refiere al incremento en el número de infectados, Murga señala que se están poniendo medidas para que se frene, "pero entre que se implantan las medidas y se ven los resultados pasan de diez a doce días".
"Todo esto empezó en la semana del 1 al 8 de marzo", afirma, para añadir que el problema es que "no tenemos inmunidad" ya que "nunca habíamos estado en contacto con este virus por lo tanto no somos capaces de defendernos y, por tanto, lo transmitimos a nuestro entorno".
Por último, y cuestionada por si habrá más restricciones o se endurecerá el confinamiento, Murga sostiene que hay que analizar la evolución de epidemia y a partir de eso, "valorar acciones".
"Porque esas condiciones de aislamiento también tienen consecuencias en la propia salud. Y todos sabemos lo que supone en el ámbito laboral. No solo para las grandes empresas, sino también para los pequeños negocios. Por supuesto que el virus determina la salud, pero también la determinan muchos más aspectos y no debemos olvidarlo", dice.
