SANTIAGO DE COMPOSTELA 27 Ago. (EUROPA PRESS) -
Las brigadas intentan hacer un cortafuego en la cabeza del incendio iniciado en la tarde del lunes en Oia (Pontevedra), que afecta ya a tres municipios, tras extenderse a O Rosal y Tomiño. En estos momentos, un amplio operativo trata de que las llamas no lleguen hasta el ayuntamiento de A Guarda.
"Si se ven muchas llamas en la cabeza --del incendio--, que la gente no se asuste, que es un cortafuego que estamos intentando hacer nosotros para intentar controlar esa cabeza", ha destacado la conselleira de Medio Rural e do Mar, Rosa Quintana, que se desplazó en la noche del lunes al lugar y este martes ha hecho declaraciones a los medios junto al vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda.
Quintana también ha apuntado que "todo apunta a que serán más de 1.000 hectáreas" las que resulten calcinadas por este incendio y, al igual que Rueda, ha subrayado que "lo prioritario" ahora es salvaguardar los núcleos de población próximos y controlar el fuego, por el que ardieron un par de galpones y que cercó varias casas.
El fuerte viento, con rachas cambiantes, dificulta las labores de extinción, mientras que el desalojo de viviendas, por precaución y motivado principalmente por la gran presencia de humo, se ha producido en Oia y O Rosal.