Industrias de Portugal y Castilla y León se interesan por adquirir lotes, aunque las gallegas serán la que comercializarán la mayoría
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 25 Sep. (EUROPA PRESS) -
La madera de calidad quemada en ola incendiaria en Galicia del 4 al 14 de agosto, entre un 10% y 15% de los 5,5 millones de metros cúbicos calcinados, será retirada de los montes gallegos en dos meses, mientras que el resto se hará en un plazo "mínimo" de un año.
Así lo acordaron con más de un 90% de unanimidad Administración, industria y propietarios forestales en la Mesa da Madeira, la tercera que se celebra tras la crisis incendiaria, en la que se firmó un acuerdo en el que se recogen los precios con los que se pagará la madera quemada y que, tal y como se decidió ya en el primer encuentro, se pagará al mismo valor de fábrica que contaba la verde en el primer semestre de 2005.
"Es la primera vez en Galicia que se consigue un acuerdo entre industria y propietarios", enfatizó el director xeral de Montes, Alberte Blanco, al término del encuentro, en el que aseguró que se ha dado un "paso de gigante", al tiempo que precisó que industrias de Portugal y Castilla y Léon se han interesado por la compra de lotes de esta madera, "aunque la inmensa mayoría será absorbida por las gallegas".
"La retirada será complicada y tendrá dificultades porque se trata de un volumen de madera muy alto", reconoció el director xeral de Montes, quien no obstante, destacó que la participación de industria lusa y de otras CC.AA ayudará a que se "acelere y agilice" la tala de madera quemada de los montes.
Alberte Blanco incidió en que la primera en ser retirada, y de hecho ya se ha iniciado su tala para ello, será la de alta calidad (la que se destina a mueblería). El motivo es que, si continúa en los montes, corre el riesgo de "azularse" con lo que evidencia un "deterioro" y, consecuentemente, deprecia el valor de la que mejor se paga.
La prioridad de la retirada de la madera también fue asumida por la industria gallega, quien destacó que trabajarán "al límite de sus posibilidades" tanto para dar salida en el mercado a los 5,5 millones de metros cúbicos como en materia de precios, al mantenerse los de la madera verde existentes en junio de 2005.
"Todo con el objetivo de que las pérdidas sean las mínimas para los productores", aseveró el director de la asociación Monte-Industria, Juan Picos, quien se mostró "optimista" en dar salida en el mercado antes de junio de 2007 a estos millones de metros cúbicos de madera.
Para ello, el representante de los productores, el secretario de Asefoga, Xacobe Feijóo, consideró prioritario instar a los propietarios a "vender cuanto antes mejor" y a intentar poner en el mercado antes la madera quemada que la verde.
Tanto industria como propietarios calificaron "muy importante" este acuerdo, sobre todo, en materia de precios que fija, tal y como detalló Alberte Blanco, entre un mínimo de 40 y máximo de 57 euros la tonelada de madera de calidad, el pino y eucalipto dirigido a mueblería; y entre 30 y 42 euros la tonelada de aquella destinada a trituración. La tonelada de rama para biomasa se estableció entre 18 y 27 euros por tonelada.
El director xeral de Montes recordó, no obstante, que se trata de precios en fábrica y, por tanto, a este valor los propietarios deberán restar lo costes por tala, retirada y transporte. Una reducción que el secretario de Asefoga, Xacobe Feijóo, situó entre "entre un 20% y 40%", al tiempo que recordó que la madera quemada pesa "un 20% menos que la verde".
ACUERDOS EN REFORESTACION Y BUENAS PRACTICAS
Además del acuerdo de precios, la Mesa da Madeira consensuó otras dos medidas un en materia de recuperación forestal y protección contra la erosión del suelo; y otro sobre un manuel de buenas prácticas para evitar que la retirad de madera no suponga un "daño medioambiental a mayores de lo que ya han supuesto en sí los incendios".
Alberte Blanco destacó que la Dirección Xeral de Montes hará uso de 13 de los 20 millones del fondo especial que el Gobierno Central articuló para paliar los daños de la crisis incendiaria de agosto que arrasó casi 78.000 hectáreas en doce días. Esta cantidad irá destinada a "obras de emergencia" para restauración forestal y de suelo.
Por otra parte, el manuel de buenas prácticas recoge medidas que eviten que la tala y retirada de madera se lleve a cabo "sin deteriorar" el ecosistema de los montes. Así, recoge una serie de actuaciones para que se lleve a la práctica con "cautela" y no incremente las acciones erosivas sobre el terreno que ya causaron en sí los propios incendios.
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