SANTIAGO DE COMPOSTELA 3 Feb. (EUROPA PRESS) -

Una tesis del Instituto de Investigaciones Marinas (CSIC), que comparó la eficacia de las técnicas tradicionales --observación por microscopio-- y de la detección biológica molecular (PCR) en el diagnóstico de enfermedades en moluscos gallegos, destacó la capacidad de la PCR para "dar respuesta rápida a la patología en sus primeros estados" y "incluso por personal sin alta cualificación".

En un comunicado, el CSIC explicó que los resultados de este estudio, realizado por el investigador Pablo Balseiro, concluyeron en que este tipo de pruebas "se podrá aplicar a la actividad acuícola, que otras --citología o histología-- no permiten" y, además, "permitirá controlar grandes lotes de moluscos" y "detectar un mayor número de los infectados".

Precisamente, señaló que la citología --estudio de las células-- "no debe emplearse en los diagnósticos oficiales" de los moluscos "por su baja sensibilidad"; mientras que la histología --estudio de la estructura microscópica de los tejidos-- "presenta una mayor especificidad en la detección de Bonamia y Perkinsus" --patologías infecciosas--.

En este sentido, el trabajo, que se defendió en el Instituto de Acuicultura de la USC con calificación de sobresaliente cum laude, critica la "lentitud en el diagnóstico", el "alto coste" y la "baja flexibilidad" de los métodos tradicionales "que están recomendados por la Oficina Internacional de Epizootidas (OIE)", el organismo que se encarga de diseñar la política de control de las distintas enfermedades animales.

Según los datos de 2006 de FAO Fishstat, España es el quinto productor de moluscos en el mundo --0,25 millones de toneladas-- y Galicia representa "el 96,35 por ciento de la producción total del Estado".

La actividad en la comunidad gallega está amenazada por tres enfermedades "principales" que afectan a moluscos bivalvos, de las que dos --la Bonamiosis y la Marteiliosis-- son incurables; y la tercera --Perkinsosis--, que se introdujo en Galicia por la importación de almeja japonesa, "afecta a multitud de especies diferentes".

Entre los moluscos "sensibles a este grupo de patologías" se encuentran la ostra plana, el mejillón y la oreja de mar, que fue cultivada experimentalmente en la Comunidad Autónoma.