SANTIAGO DE COMPOSTELA, 13 Dic. (EUROPA PRESS) -
El conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas, Agustín Hernández, visitó hoy las obras del tramo Cabreiros-Vilalba de la autovía que une esta localidad con Ferrol y que están "a punto de finalizar", lo que permitirá poner en servicio esta vía en el mes de enero.
Así, en estos momentos se realizan el extendido del aglomerado, que supone la última fase constructiva de la vía y, según subrayó el propio Hernández, quedan "unos veinte días" de trabajos para que el tramo quede en "condiciones óptimas" para su apertura al tráfico, siempre y cuando lo permitan las condiciones meteorológicas, matizó.
En este sentido, destacó que también se están aprovechando los fines de semana con el objetivo de utilizar los días de buen tiempo para "agilizar" las obras, ya que el aglomerado no se puede echar cuando llueve o existe una excesiva humedad en el terreno.
Para Agustín Hernández, la puesta en servicio de la vía con los últimos 14 kilómetros que faltan para ello significará "un hecho histórico" para los ciudadanos de Ferrol y comarca, que estarán unidos al a Meseta y a Madrid por autovía, además de ver mejoradas las comunicaciones con el norte peninsular.
AUTOVÍA
La autovía AG-64, de 56,2 kilómetros de longitud, tiene su origen en el acuerdo entre la Xunta y el Estado para la construcción de la Autovía del Cantábrico (A-8), que establecía que el tramo entre Ribadeo y la A-6 correspondía al Ministerio de Fomento, mientras que el Gobierno gallego se encargaría de la conexión de Ferrol con Vilalba.
El primer tramo de la autovía, entre Catabois e Igrexafeita, se puso en servicio en el año 2002 y, el siguiente, hasta Espiñadero, en junio de 2005. "La Xunta cumplió con su parte y los ciudadanos de Ferrolterra podrán viajar hasta Madrid utilizando una autovía en la totalidad del trayecto", manifestó el conselleiro en relación al transcurso de las obras.
Los 14 kilómetros entre Cabreiros y Vilalba supusieron una inversión de 40 millones de euros, de los que más de 2,5 se corresponden a las expropiaciones. Para hacer este tramo, fue necesario remover dos millones de metros cúbicos de tierra y utilizar 1,7 millones de metros cúbicos en la construcción de terraplenes o piedraplenes.