VIGO, 3 Jun. (EUROPA PRESS) -
El ex concejal de Urbanismo de Gondomar (Pontevedra), Alejandro Gómez, se declaró hoy inocente de los cargos de los que se le acusa --tres delitos de cohecho-- y afirmó que "lo único" que hizo fue trabajar por el bienestar de sus vecinos.
Al final del juicio celebrado en la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra en Vigo contra Gómez, contra el ex edil de Cultura, su entonces pareja y un arquitecto vigués, el ex concejal de Urbanismo del PP hizo uso de su derecho a tener una última intervención, y lo usó para proclamar su inocencia. "Lo único que hice fue trabajar para intentar que todos los vecinos de Gondomar pudieran vivir en mejores condiciones. Nada más", aseveró.
Mientras que Mosquera declinó realizar una última declaración, y tampoco lo hizo María Belén F.F. --a quien se le retiraron los cargos por parte de la Fiscalía--, el arquitecto Francisco Borja R.M. también pronunció unas palabras al final de la vista.
"TÁCTICA DEL AVESTRUZ"
Así, Francisco Borja R.M. insistió en que los convenios urbanísticos en los que él actuaba como mediador "eran legales", y reiteró que su participación en los hechos se limitó a ser la de un "transmisor" entre los ediles que pedían dinero por facilitar la inclusión de los convenios en el Plan General de Ordenación Municipal (PGOM) y sus clientes, los promotores urbanísticos.
El arquitecto lamentó que lo hubieran "involucrado" en estos hechos y juró por su mujer que en ningún momento creyó que ninguno de sus clientes fuera a acceder a pagar los sobornos. De hecho, recordó que cuando el denunciante --haciendo de cebo en colaboración con la Guardia Civil-- afirmó que pagaría, lo primero que pidió fue que la transacción no se hiciera en su despacho. "En cuanto me di cuenta de que iba a haber dinero, no supe reaccionar, utilicé la táctica del avestruz: me quería desentender", explicó.
El juicio finalizó hoy y quedó visto para sentencia, a la espera de que el jurado elabore el objeto de veredicto. A partir de este momento, los miembros del tribunal popular quedan aislados para deliberar y decidir si consideran probada la culpabilidad de los dos ex ediles y el arquitecto, ya que la mujer ha quedado apartada de la acusación y, por tanto, no será objeto de deliberación ni de ninguna condena.