LUGO, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -
El jefe del Ejecutivo gallego, Alberto Núñez Feijóo, adelantó hoy que el próximo día 20 recibirá al presidente de la Diputación de Lugo, José Ramón Gómez Besteiro (PSdeG), para hablar de la transferencia de los dos hospitales que son de competencia provincial y que el socialista aspira a transferir al Servizo Galego de Saúde (Sergas).
Esta semana, la conselleira de Sanidade, Pilar Farjas, puso de manifiesto a Besteiro la predisposición del Sergas a asumir el personal y los pacientes de los centros, pero rechazó hacerse cargo de los edificios. Por su parte, el gobierno provincial interpreta que esto supone una "modificación sustancial" en todo lo que se había negociado hasta ahora, de ahí que Besteiro haya expresado su deseo de tratar estos asuntos personalmente con Feijóo.
Así, el presidente de la Xunta dejó claro que su gobierno "está siempre dispuesto a hablar con las instituciones, a dar todo tipo de explicaciones y a realizar reflexiones conjuntas ante una decisión importantísima". De esta manera, el presidente gallego expresó su propensión a hablar con la Diputación de Lugo "para ver qué usos se pueden dar a esas instalaciones" y anunció que se buscará una "utilidad" desde el punto de vista público.
Con todo, antepuso que, en materia sanitaria, la prioridad es la atención a los pacientes, pero aseveró que quedan una "serie" de instalaciones que "hay que ver qué se puede hacer con ellas y que son de titularidad de la diputación".
APERTURA DE PUERTA DE LA MURALLA
El presidente de la Xunta realizó estas declaraciones tras participar en la apertura simbólica de una de las diez puertas de la Muralla romana, la de Bispo Aguirre. En ella, el presidente provincial del PP, Xosé Manuel Barreiro, ligaba dicha apertura simbólica con el arranque del Año Santo en Compostela.
Previamente, había visitado una empresa en el polígono industrial de O Ceao, para llegar hasta la puerta acompañado por el alcalde de Lugo, José Clemente López Orozco, entre los aplausos de un centenar de personas que se concentraron en el lugar.
Durante los diez días de fiestas en Lugo, se abre en cada jornada simbólicamente una puerta de la fortificación romana, una tradición que se instauró en el dos mil coincidiendo con la declaración de Monumento de la Humanidad por la Unesco.
