Pizarro (PP) defiende una "sociedad del Bienestar" en la que la gestión de los servicios sociales públicos sea privada

Actualizado: lunes, 29 junio 2009 18:17

Aboga por la flexibilización del sistema laboral, aunque ve igual de urgente la reforma del sistema energético, educativo y judicial

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 29 Jun. (EUROPA PRESS) -

El diputado del PP y ex presidente de Endesa, Manuel Pizarro, defendió hoy una "sociedad del Bienestar" en la que exista "una gestión privada de los servicios sociales públicos" al considerar que los únicos países "que funcionan" se distinguen de los que no por su iniciativa privada y que el Estado ha de ser una "última instancia" que no "asfixie" a personas y empresas.

Así lo expresó en una conferencia pronunciada hoy en el 'I Foro Los viveros de empresas en Galicia: su rentabilidad económica y social', donde criticó la superprotección de los poderes públicos y primó el impulso de "una selección de los mejores y de la excelencia" a fin de potenciar la competitividad de una sociedad.

El empresario y parlamentario 'popular' abogó por una reforma urgente del sistema energético, educativo y judicial, prioridades a las que añadió la necesidad de iniciar una "flexibilización del sistema laboral", sobre todo en momentos de crisis económica. A su jucio, ante esta coyuntura las opciones pasan por "flexibilizar" o "hacer lo mismo con la mitad de costes".

"No gusta despedir a nadie pero cuando te piden que hagas la mitad de coches tienes que reducir costes", agregó en este sentido, para subrayar que, en este momento, el problema "no es repartir el desempleo sino cómo se genera más empleo". El objetivo, como insistió, ha de ser que España se sitúe "en lo más avanzado de la competitividad mundial". "Hay que acomodarse a lo que viene y entrar en la crisis de la forma más flexible posible", aconsejó para cuestionar que se dé relevancia a determinados aspectos laborales "hasta que viene el ERE (expediente de regulación de empleo).

Pizarro aseguró, durante su intervención, no creer en las ayudas y, por el contrario, defender que "no se moleste" al empresario y al emprendedor. Así, reclamó "libertad de mercado", aunque puntualizó que no existe ese mercado "sino, una regulación adecuada y el amparo de la norma".

Por ello, demandó una reforma judicial que elimine la "incertidumbre" y garantice al empresario --"le gusta el riesgo, no quiere incertidumbre", apostilló-- el desarrollo de su actividad en un país donde no le cambien las reglas "a mitad de partido" y pueda acudir a la Justicia. Como ejemplo, citó que el caso Madoff ha llegado ya a la Justicia norteamericana, situación que contrapuso con España, donde una sentencia "se demora diez años".

"La libertad --de mercado-- requiere leyes sabias y justas y un sistema fiscal que ayude al empresario, no con subvenciones sino con un sistema sencillo", preciso. "Montar una empresa no es difícil y la Administración no puede estorbar", sostuvo.

"DESORDEN, ES IGUAL A INFLACIÓN"

Respecto a la necesidad de que "no se moleste al empresario", Pizarro reclamó una reforma del sector energético --"si la energía es más cara que la de su vecino, tendrá un coste más elevado"-- y criticó el cierre de Garoña al entender que "no tiene sentido" que se abandone la producción de energía donde cuesta "a 30 euros el megavatio" por otro centro en el que su precio se dispara a entre "60 y 90 euros el megavatio".

El empresario y diputado 'popular' aseveró que España "no volverá a competir por precio", sino que se verá obligada a "dar por el mismo precio, más calidad". Ante esta situación, consideró urgente la apuesta por la educación y la formación a fin de conseguir "un país ordenado". "La educación empieza en la familia", advirtió, para agregar que lo que no se gaste en este apartado se dedicará "a seguridad ciudadana". "Los países necesitan ordenación, el desorden es igual a inflación".

A este respecto, aseguró "echar en falta" un centro de formación que en Galicia prepare a los profesionales en materia de mercados exteriores al tener en Arteixo (A Coruña) la sede de una multinacional como Inditex.

Pizarro descartó "milagros" en este proceso, que a su juicio precisará de unos 15 años de plazo, y recordó que entre las 200 primeras universidades del mundo no figura "ninguna española", mientras que entre las diez primeras escuelas de negocios internacionales sí hay tres de este Estado.

Asimismo, señaló que a la "inflación institucional" que vinculó a España contribuyen cuestiones como la del retraso en las tramitaciones, al indicar que en Huelva (Andalucía) la transformación de una central de fuel por otra de gas natural supuso un proceso de ocho años, mientras que esa misma actuación en Milán (Italia) la misma operación se resuelve en un año y medio. "Un país que anda de ocho en ocho años, va más lento", juzgó. "Una empresa que tarda cuatro años en cobrar un cheque no puede funcionar nunca", agregó, tras apuntar que en Estados Unidos ese cobro no puede sobrepasar los 60 días.

En su análisis de la crisis financiera y la respuesta del Gobierno español a la situación económica en el Estado, criticó el endeudamiento y la falta de competitividad. "El que gasta un 10 por ciento más de lo que gana necesita endeudarse en ese 10 por ciento".

CRISIS Y OPORTUNIDADES

Pizarro defendió las "oportunidades" que se presentan a un empresario en una coyuntura de crisis. "Las empresas que mejor me han ido son las que he montado en época de crisis", insistió.

En esta línea, afirmó que, al igual que la política, la empresa "va detrás de las ideas", así como que, en sus orígenes, las grandes firmas comenzaron con buenas ideas y "poco más" a base de un proceso de "prueba y error", "sin desfallecer". "No hay viento favorable para que no sabe adónde va", aconsejó, sin embargo.

Por su parte, el conselleiro de Economía e Industria, Javier Guerra, elogió el "deporte de riesgo de crear empresas", del que afirmó que es "muy enriquecedor". "Vale la pena que veas tu empresa crecer, tu sueño puesto en práctica y crees puestos de trabajo", señaló. A su juicio, la Administración ha de "hacer la vida más fácil" a emprendedores o innovadores y, por ello, comprometió la ayuda del Gobierno gallego y de su departamento a estos colectivos, sobre todo, ante la crisis económica.

Guerra contrapuso la coyuntura económica a la realidad gallega después de asistir recientemente a un congreso en el que participaron "más de 2.000 personas con proyectos nuevos", una circunstancia que destacó y que situó en "un momento clave" --por creer que una crisis genera oportunidades a un empresario--. Eso sí, demandó que las ideas se concreten "en proyectos reales", un objetivo en el que han de colaborar, como añadió, los viveros empresariales.

Así, recordó que este fin de semana se presentó el proyecto 'Reimaxina', que dirigirá 15 millones de euros a respaldar a los emprendedores, a los que animó a defender su proyecto y ante los que comprometió la "total disponibilidad" de la Xunta.