El PSdeG insiste en que no aceptará "cualquier ley", el PP reprueba su "incoherencia total" y el BNG ve "una mano blanca" en su postura
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 28 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Parlamento gallego aprobará mañana la nueva ley de cajas con el voto favorable de los 50 diputados que suman PPdeG (38) y BNG (12) y pese al rechazo de los socialistas que, "si no hay cambios", mantendrán su voto negativo --ya explicitado en comisión-- a una norma que ven "intervencionista y a la medida del presidente Feijóo".
"Es la ley del PP y el BNG tendrá que explicar por qué acepta una norma cambiada", argumentó el portavoz parlamentario del PSdeG, Xaquín Fernández Leiceaga, quien advirtió de que la única fórmula para obtener el voto favorable de su grupo es que 'populares' y nacionalistas acepten todas sus enmiendas en aras del "consenso", aunque no manifestó muchas esperanzas al respecto.
En declaraciones a Europa Press, Fernández Leiceaga justificó su postura en base a que el PSdeG no está dispuesto a aceptar "cualquier ley" e insistió en que los otros dos grupos con representación en la Cámara tienen aún "la oportunidad de rectificar" y aceptar sus enmiendas en el pleno extraordinario que se celebrará mañana para evitar que salga adelante una norma creada con el fin de servir "a los propósitos" del presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo.
Frente a ello, los portavoces parlamentarios en materia económica de BNG, Fernando Blanco, y PPdeG, Pedro Puy, negaron que esta reforma normativa se haga para favorecer una fusión entre las dos cajas gallegas --Caixa Galicia y Caixanova-- a la que se ha mostrado favorable la Xunta y cuya viabilidad estudia ahora una auditoría.
"Sustantivamente, entre esta ley y la anterior hay cambios positivos; es una ley más progresista y quien diga lo contrario, miente", proclamó el portavoz nacionalista en declaraciones a Europa Press. También Pedro Puy destacó las "mejoras" de la norma en el ámbito "de la supervisión, de la independencia y de la representatividad" en los órganos de las entidades de ahorro.
"INCOHERENCIA TOTAL"
En este contexto, ambos grupos se mostraron muy críticos con la postura del PSdeG, cuya "incoherencia total" centró las críticas del portavoz 'popular'. "Durante semanas urgió a actuar a Feijóo y después le criticó por hacerlo, ahora se desmarca de la norma para intentar minar a la Xunta y lo hace con argumentos que son una falacia", denunció Pedro Puy.
Con esta visión coincidió Fernando Blanco, quien reivindicó el papel del BNG como "impulsor" de la reforma legislativa e insistió en que para sacarla adelante se requiere de un carácter "dialogante y responsable" que no ha mostrado el PSdeG. "No puede decir que o se aceptan todas mis enmiendas o voto en contra, o se coge mi texto o nada", reflexionó.
A continuación, insistió en que los "aspectos troncales" que demanda el BNG están recogidos en la nueva ley, aunque admitió que hay puntos "mejorables" que no renunció a superar en el debate plenario de mañana y a seguir negociando con el PSdeG. Con todo, señaló que si se logra sacar adelante la norma con el apoyo de "dos tercios" de la Cámara será "un éxito sin precedentes".
"MANO BLANCA"
En lo que también coincidieron Puy y Blanco es en que los socialistas gallegos "anteponen otros intereses, que deberán explicar, a los de Galicia". Además, Fernando Blanco recordó al PSdeG "que sólo representa un tercio de la Cámara y que, en función de eso, debe defender a los ciudadanos lo mejor que pueda". "Es lo que el BNG hará siempre", señaló Blanco y concluyó que, a partir de ahí, "cada palo deberá aguantar su vela".
Sobre la presencia de una 'mano negra' del PSOE estatal que influye en la postura de los socialistas gallegos, Pedro Puy señaló que habría que preguntar al respecto a los dirigentes del PSdeG, aunque insistió en que resulta "obvio" que la formación que lidera Manuel Vázquez responde "a intereses distintos a los de Galicia". "¿Mano negra? Mano blanca, diría yo", ironizó Fernando Blanco.
Fernández Leiceaga negó rotundamente estas acusaciones y apuntó que la "única mano que sale en todos los mentideros es la de Rato". Además, añadió que fue Núñez Feijóo "el que mantuvo una conversación con el más alto ejecutivo del Banco de España del que, por cierto, no ha aportado ninguna información".
NOVEDADES
Entre sus principales novedades, la nueva ley de cajas permitirá que, por primera vez, el Parlamento gallego esté representando en los órganos de dirección de las cajas gallegas, en un 20 por ciento. El mismo porcentaje se llevarán los ayuntamientos. PP y BNG entienden este reparto como una garantía de mayor "representatividad y pluralidad", mientras que los socialistas creen que las entidades de ahorro gallegas quedan así en manos de la Xunta.
Además, la nueva norma incluye un tope de 70 años para poder ser consejero de la caja --tampoco presidente-- o director general. Tampoco se permitirá que ningún representante sea un político en activo, un punto que, según 'populares' y nacionalistas, refuerza la "independencia" de las entidades de ahorro.
Frente a ello, el PSdeG reprueba los criterios de selección de los impositores, ve una "discriminación inaceptable" de los grandes ayuntamientos y critica que no se haya aceptado su petición de que se hagan públicas las remuneraciones de los altos cargos, en línea con lo que establecerá la Ley de Economía Sostenible del Estado.
