Cree que la Cámara desea reformar el Estatuto esta legislatura y da la bienvenida al PSdeG al consenso en territorio si "es de buena fe"
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 30 Ene. (EUROPA PRESS) -
El portavoz del Grupo Parlamentario del PPdeG, Manuel Ruiz Rivas, aseguró hoy que los planteamientos lingüísticos del BNG en relación con el gallego "responden a una óptica nacionalista que no es la que tiene" Galicia, en donde la mayor parte de la población es "bilingüe y quiere expresarse en libertad", al tiempo que observó "dificultades" para alcanzar consensos con la oposición debido a sus posturas de partida.
"Difícilmente se pueden alcanzar acuerdos si no se aceptan unos principios generales básicos", lamentó en una entrevista en la Radio Galega, recogida por Europa Press, y en la que el diputado 'popular' defendió la necesidad de "recuperar el orgullo" de tener una lengua propia que perviva".
Ruiz Rivas defendió el borrador del conocido decreto del plurilingüismo y reprobó que la oposición esté "en contra" lo que, a su juicio, es estar en contra del "equilibrio de las dos lenguas" y reprobó que socialistas y nacionalistas se opongan a la participación de los padres en la elaboración del decreto o a la introducción de un tercer idioma.
"El problema es que el gallego no se habla en la calle", incidió el diputado del PPdeG, quien afirmó que los de su generación, que estudiaron obligatoriamente en castellano, fueron los que hicieron que "perviviese el gallego en la calle".
ESTATUTO Y TERRITORIO
Por otro lado, preguntado por la reforma del Estatuto de Autonomía, Ruiz Rivas opinó que "es un deseo de los 75 diputados que ésta sea la legislatura" de la renovación del texto, tras lo que recordó que "hubo un Gobierno bipartito que no fue capaz de tener un proyecto común y ponerse de acuerdo entre sí".
Asimismo, Ruiz Rivas tuvo palabras para subrayar que el PSdeG "será bienvenido al consenso si lo hace de buena fe" en materia de ordenación del litoral y defendió que el entendimiento con la Fegamp responde a la "realidad que sufren los ayuntamientos" y las consecuencias que tuvieron sobre ellos la prohibición, del bipartito, de construir a menos de 500 metros sin que la Administración "diese alternativas".
