SANTIAGO DE COMPOSTELA, 5 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Consellería de Sanidade ha emitido una nota informativa dirigida a pediatras y médicos de familia de la Comunidad en la que piden que trasladen a las familias que el riesgo de padecer Meningitis B en Galicia es "muy bajo" y que el beneficio de la vacuna, aunque positivo, es "limitado", por lo que pide tranquilidad ante los problemas de abastecimiento.
En el escrito, Sanidade señala que la Comisión Galega de Enfermedades Inmunoprevisibles quiere hacer ciertas consideraciones a tenor de los problemas de suministro de esta vacuna, que se estima que puedan "durar meses".
Así, reafirma la "gran valía de las vacunas" como medida para la prevención de enfermedades, aunque recuerda que cada una de ellas debe "utilizarse en relación con los beneficios que aporta". En esta línea, la Comisión hace una "llamada a la calma ante la situación de alarma social" generada en las familias con dificultades para acceder a la vacuna, una "ansiedad" que "no se corresponde con el riesgo real que supone esta patología en este momento".
"Afortunadamente, la frecuencia actual de la enfermedad por meningococo B es la más baja de los últimos años, en los que hubo una bajada de casos en todos los tramos de edad", ha destacado Sanidade.
PROTECCIÓN DESCONOCIDA
La aparición de esta vacuna supone para el departamento autonómico "una buena y esperanzadora noticia", aunque, aclara, se "desconoce por lo de ahora su grado de protección, la duración de esta o si serán necesarias dosis de recuerdo para mantener la protección".
En este sentido, la Comisión ha recordado el principio básico de 'dosis puesta, dosis que cuenta' para argumentar que, si se alargan los tiempos recomendados entre dosis por no localizarse no es necesario volver a empezar a pauta de administración.
Sanidade recuerda que tienen garantizada la administración gratuita de la vacuna todos los niños y adultos con alto riesgo de padecer la enfermedad, como es el caso de personas con ciertas alteraciones en su respuesta inmunitaria, antecedentes de enfermedad meningocócica invasora o que trabajan manipulando esos gérmenes. En el resto de los niños, apunta, es una decisión parental.
