Creen que los estudios deben "servir de base" en políticas de gestión pesquera sostenible
VIGO, 25 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI) ha pedido a la UE que tenga en cuenta, a la hora de revisar el reglamento sobre pesca en aguas profundas y aguas internacionales del Atlántico Nororiental, un estudio científico que sostiene que, entre las artes de pesca de arrastre de fondo, la modalidad con puerta es la que "causa menor daño".
Según han explicado los armadores vigueses, este informe ha sido realizado por 16 científicos "de renombre internacional", entre los que está Ray Hilborn, miembro del Comité Asesor Científico Técnico de ARVI, y fue publicado el pasado mes de junio en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences of the USA'.
Esa investigación, sobre el impacto de las artes de arrastre en los fondos marinos, señala que dicho impacto es muy diferente en función de cada una de las artes empleadas, ya sea arrastre con puerta, de vara, dragas remolcadas o dragas hidráulicas.
El estudio sostiene que el arrastre con puerta, el que utiliza la flota asociada a ARVI y el más común a nivel mundial, es "el que causa menos daño" porque elimina un 6 por ciento de la biota durante su paso y penetra en el sustrato un promedio de 2,4 centímetros; frente al 41 por ciento del deterioro causado por las dragas hidráulicas, que penetran en el lecho marino una media de 16,1 centímetros.
También influye en el impacto la frecuencia de arrastre, ya que a menor frecuencia la capacidad de recuperación del lecho marino es mayor e incluso podría ser similar a la de las zonas donde no se ha practicado este tipo de pesca.
BASE PARA POLÍTICA PESQUERA
ARVI ha celebrado que se realicen estudios científicos "rigurosos" como éste, que permiten "arrojar luz" sobre los efectos de la interacción entre la actividad pesquera y el medio, y que "debería servir de base en las políticas y estrategias de gestión pesquera sostenible".
Por ello, los armadores vigueses han pedido la Comisión Europea que tenga en cuenta esta investigación a la hora de revisar el reglamento 2016/2336 sobre la pesca en aguas profundas e internacionales del Atlántico Nororiental, en el que se prohíbe la pesca de arrastre de fondo a más de 800 metros de profundidad.
