PONTEVEDRA, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Cluster de Empresas Pesqueras en Terceros Países está estudiando la posibilidad de que sus responsables viajen a Montevideo para "intentar mejorar las condiciones operativas" de los barcos gallegos que operan en ese puerto, tras los casos recientes de buques retenidos a raíz de las denuncias presentadas por tripulantes extracomunitarios sobre sus condiciones laborales.
A petición de algunos armadores afectados por la inmovilización de sus barcos, que niegan la veracidad de las denuncias y las califican de "extorsión en toda regla", la Cooperativa de Armadores de Vigo ha empezado a realizar un estudio de puertos alternativos al de Montevideo, como el de Río Grande do Sul, al que los buques pudieran desplazarse para descargar sus capturas y pertrecharse.
En representación de la Cooperativa de Armadores de Vigo, José Antonio Suárez Llanos explicó que "es pronto" para tomar una decisión a la solicitud que formularon semanas atrás los armadores, que dependerá de las posibilidades logísticas de los puertos que valoren. "En Montevideo siempre nos había ido bien", ha señalado Suárez Llanos al calificar la relación con las autoridades portuarias de la capital y otras instancias oficiales vinculadas al sector.
ESTRATÉGICO
Desde el Cluster de Empresas Pesqueras en Terceros Países destacan la "importancia esencial" del puerto de Montevideo para el desarrollo de las actividades pesqueras por parte de los barcos españoles en el Atlántico Sur, por su "situación geoestratégica". Por este motivo, esta organización ha buscado la mediación de la Secretaría General del Mar ante las autoridades uruguayas.
El Cluster también mantiene contactos tanto con la Dirección General de Asuntos Sanitarios y de Consumo, en Bruselas, como con la Embajada de Uruguay en Madrid, para garantizar que las operaciones portuarias se adecúan a la normativa comunitaria en materia comercial, aduanera, higiénico-sanitaria y de lucha contra la pesca ilegal.
No sería la primera vez que esta organización sectorial viaja a Montevideo por motivos similares a los actuales, ya que en 2007 una delegación del Cluster se desplazó a la capital uruguaya para solicitar la intervención de las autoridades pesqueras y portuarias ante hechos producidos en los tribunales de trabajo. Entonces, el Cluster advirtió de la "indefensión" del armador ante pudiera ser "víctima" de la denuncia de cualquier tripulante "despedido por no cumplir con sus obligaciones".
Tras los casos expuestos hace tres años, el Cluster se quejaba de que a pesar de que los demás tripulantes apoyasen la declaración del capitán del barco, la magistratura retenía el buque hasta la celebración de juicio o interponía un aval de cuantía "insoportable y desproporcionada". Aunque la sentencia posterior sea favorable a la empresa armadora, los afectados y el propio Cluster critican que "no se recupera cantidad alguna a pesar de agotar la vía de los recursos".
Desde el Cluster de Empresas Pesqueras en Terceros Países reconocen que se trata de un "asunto delicado que debe tratarse desde el máximo respeto a las autoridades uruguayas". No obstante, la organización demanda respeto al principio de presunción de inocencia y rechaza que se pueda "hacer negocio de las retenciones de buques pesqueros, obligados operar en Montevideo por conflictos internacionales que les son ajenos".
