Archivo - Operación de la Policía Nacional y la Guardia Civil contra la trama de blanqueo y narcotráfico - POLICÍA NACIONAL - Archivo
PALMA 11 Nov. (EUROPA PRESS) -
Las defensas de los sospechosos encarcelados en el marco de la operación conjunta de la Policía Nacional y la Guardia Civil Manso-Enroque Bal contra el blanqueo de dinero del narcotráfico han solicitado la puesta en libertad y que se declaren nulas parte de las actuaciones.
Los letrados apuntan a un posible error procesal que podría anular parte de las diligencias e imposibilitar que se utilizaran en contra de los investigados.
En concreto, según han confirmado fuentes del procedimiento y ha publicado el diario 'Última Hora', el posible error de procedimiento tendría que ver con un auto de prórroga dictado unos días fuera de plazo, lo que invalidaría todas las actuaciones llevadas a cabo a posteriori.
Las mismas fuentes han explicado que un auto de prórroga tiene que ordenarse como máximo a los 12 meses de arrancar las investigaciones. En este caso, sin embargo, y aunque estuviera justificado por la complejidad, se dictó con posterioridad.
A juicio de las defensas, por tanto, se entiende que es nulo todo lo derivado después de ese plazo. De prosperar esta petición, podría decaer gran parte de la investigación.
76 DETENIDOS
Cabe recordar que la macrooperación contra esta trama, según informaron ambos cuerpos la pasada semana, se ha saldado con la detención de 76 sospechosos y la realización de 71 registros domiciliarios.
En ellos se incautaron 1,54 millones de euros, 687 kilos de cocaína, 2.500 kilos de hachís, tres kilos y 1.500 plantas de marihuana y cerca de un kilo de metanfetamina, LSD, heorína y speed.
Entre los arrestados se encuentran el líder de los United Tribuns, Stefan Milojevic, y el abogado Gonzalo Márquez, sospechosos de ser los cabecillas de la trama. El inspector de la Policía Nacional Faustino Nogales o 'El Vito', considerado uno de los principales narcotraficantes del poblado de Son Banya, son otros de los más de 70 detenidos. Buena parte de ellos han ingresado en prisión provisional.
SEGURIDAD Y CONTRAVIGILANCIA
La investigación, bautizada como Manso-Enroque Bal, comenzó hace más de dos años y ha tenido una "complejidad máxima" debido las medidas de seguridad, vigilancia y contravigilancia adoptadas por los sospechosos.
Según explicó un portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Baleares, empleaban dispositivos de seguimiento y geolocalización para conocer el paradero de los investigadores y evitar que les detuvieran.
Entre los aparatos tecnológicos intervenidos hay balizas como las que se instalan en los vehículos, prismáticos de visión nocturna, detectores de metales empleados para localizar posibles micrófonos instalados por los agentes y cámaras de vigilancia.
También se incautaron 16 armas de fuego --de las cuales seis eran reales-- varios silenciadores y numerosa munición, alguna de ella para pistolas y otra para fusiles. Como no se han encontrado armas de este segundo tipo, los investigadores sospechan que los acusados podrían tener intención de adquirirlas.
DOS AÑOS DE PESQUISAS
La macrooperación, con el objetivo de garantizar su éxito y evitar que alguno de los sopechosos pudiera eludir la acción de la justicia, se ha desarrollado en seis fases.
El primer dispositivo tuvo lugar, de forma excepcional, en septiembre de 2024, cuando los agentes incautaron 200 kilos de hachís en una embarcación que se dirigía a Palma desde la isla de Ibiza.
Después, los investigadores siguieron con sus indagaciones durante varios meses hasta que el pasado julio empezaron a llevar a cabo una serie de redadas que se extendieron hasta este mismo mes de noviembre.
El resultado ha sido la desarticulación de una organización criminal mallorquina que estaba conectada con otras de carácter transnacional y que se dedicaba a la introducción de sustancias estupefacientes en España a través de aguas ibicencas y al blanqueo de capitales.
Además, se ha acometido contra otras organizaciones y grupos que se dedicaban a la distribución y comercialización al por menor de las sustancias estupefacientes en numerosos puntos de venta que han quedado desmantelados.
Aunque introducían las drogas de diferentes formas, en el caso del hachís lo hacían mediante embarcaciones neumáticas de gran potencia, conocidas como 'gomas', que partían desde el norte de África.
La banda concertaba un punto de recogida en algún lugar del Mediterráneo para realizar el transbordo de la mercancía, que posteriormente se almacenaba un tiempo en Ibiza y se enviaba al resto de Baleares y de la Península.
COCAÍNA EN EL PUERTO DE VALENCIA Y HACHÍS EN ALTA MAR
El pasado día 9 de julio se intervinieron en el puerto de Valencia 675 kilos de cocaína que previamente había sido recogidos en el Mediterráneo y trasladada a Ibiza para su posterior envío tanto a la Península como a varios países europeos.
Otra fase se llevó a cabo el pasado 11 de agosto, cuando se practicaron 13 registros en Mallorca --en Palma, Marratxí, Binissalem Inca, Pollença, Llucmajor, Sencelles y Sóller-- y se detuvo a 15 personas, entre ellas a Márquez, Milojevic y Nogales.
En septiembre se realizó una redada en Palma, Manacor y Llucmajor y en octubre fueron dos más, una en Son Banya --donde se arrestó a 'El Vito'-- y otra en Manacor, Marratxí, Llucmajor, Cala Ratjada y Son Servera.