MSF alerta de un número alarmante de intentos de suicidio entre los refugiados detenidos en Nauru

Una trabajadora del equipo de salud mental de MSF en Nauru
MSF
Publicado: jueves, 11 octubre 2018 12:40

La ONG condena la decisión del Gobierno de la isla de dar por terminada su misión y advierte de que "costará vidas"

MADRID, 11 Oct. (EUROPA PRESS) -

Niños que no pueden comer ni beber y un creciente número de intentos de suicidio y autolesiones. Esta es la realidad que deja con su marcha forzada Médicos Sin Fronteras (MSF) en el centro de detención de refugiados que Australia ha instalado en la isla de Nauru, cuyas autoridades han ordenado a la ONG que ponga fin a su labor.

"Es absolutamente vergonzoso decir que la atención de salud mental de MSF ya no es necesaria", ha lamentado la doctora Beth O'Connor, psiquiatra de la ONG, subrayando que "la situación de salud mental de los refugiados detenidos de forma indefinida en Nauru es devastadora".

"En los últimos once meses en Nauru, he visto un número alarmante de intentos de suicidio e incidentes de autolesión entre los hombres, mujeres y niños refugiados y solicitantes de asilo que tratamos", ha denunciado. En concreto, ha expresado su conmoción por los muchos niños cuyo estado estaba tan deteriorado que "eran incapaces de comer, beber o incluso caminar para ir al baño".

Según ha precisado la ONG en un comunicado, muchos de los refugiados en el centro de Nauru han perdido las ganas de vivir. Al menos 78 de los pacientes tratados por MSF tenían ideas suicidas y/o habían realizado actos de autolesión o suicidas. Niños de tan solo 9 años dijeron al personal de la ONG que preferían morir a vivir en la situación de desesperanza en la que estaban.

En los últimos once meses, los psicólogos y psiquiatras de MSF han ofrecido atención de salud mental vital a estas personas para tratar de estabilizar y gestionar sus síntomas, si bien no puede considerarse posible ninguna solución terapéutica para las personas retenidas indefinidamente en Nauru "mientras sigan atrapados en la isla", ha advertido O'Connor.

"NUESTRA MARCHA PUEDE COSTAR VIDAS"

"Nuestros pacientes a menudo describen la situación como mucho peor que la cárcel porque en prisión sabes cuándo vas a salir", ha remarcado la psiquiatra, que teme que la marcha de la ONG "costará vidas".

MSF considera que aunque muchos de los refugiados que están en Nauru ya habían experimentado traumas previos en sus países o durante su viaje, la política del Gobierno australiano de mantenerles en un centro de detención fuera del país es la que ha hecho desaparecer cualquier esperanza de que algún día tendrá una vida normal.

"Separar a familias y detener por la fuerza a hombres, mujeres y niños en una isla remota de forma indefinida sin ninguna esperanza o protección excepto en el caso de una emergencia médica es cruel, inhumano y degradante", ha advertido el director ejecutivo de MSF Australia, Paul McPhun.

Aunque el Gobierno australiano define su política como "humanitaria", "no hay nada humanitario en salvar a personas en el mar para dejarlas en una prisión al aire libre en Nauru", ha insistido, llamando a poner fin a esta política de forma inmediata.

En este sentido, McPhun ha defendido que "no son los psiquiatras y psicólogos de MSF quienes deberían estar abandonando Nauru, son los cientos de solicitantes de asilo y refugiados a los que Australia ha atrapado en la isla durante los últimos cinco años quienes deberían marcharse".

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