KABUL 7 Ago. (EP/AP) -
El ministro afgano de Asuntos Exteriores, Rangeen Dadfar Spanta, afirmó hoy que su país sigue siendo la príncipal víctima de Al Qaeda y pidió ayuda internacional para poner freno a la red terrorista, al flujo de extremistas, armas y financiación que entran en el país.
En una entrevista con The Associated Press, Spanta señaló que combatir a Al Qaeda es "una tarea internacional" y pidió a todo el mundo que se empeñe en combatir las escuelas islámicas que fomentan el extremismo, los donantes internacionales y el tráfico de armas.
Según el ministro, los milicianos talibán y la red Al Qaeda están trabajando juntos en Afganistán. "Son elementos diferentes de la misma red terrorista", aseguró.
Spanta afirmó, por otro lado, que las relaciones entre Afganistán y Pakistán han entrado en una "nueva dimensión", despué de meses de tensiones en los que Kabul ha acusado repetidamente a su vecino de servir de lugar de acogida y entrenamiento de terroristas. "Evidentemente es necesario extender la cooperación con nuestros hermanos de Pakistán contra el centro de terrorismo. En este campo tendremos, posiblemente, que hacer más", explicó.
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