El secretario general de la Alianza apoya la inversión en el escudo antimisiles
BRUSELAS, 7 Jun. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de la Alianza Atlántica, Anders Fogh Rasmussen, volverá a pedir a los ministros de Defensa de la OTAN, durante la reunión que mantendrán este jueves y viernes en Bruselas, un esfuerzo para culminar con éxito la formación de miembros del Ejército y la Policía afganos y facilitar que asuman el liderazgo en las tareas de seguridad.
Rasmussen detalló en rueda de prensa que todavía hacen falta 450 formadores de los 2.300 necesarios para entrenar a 134.000 soldados y 300.000 policías afganos, y confió en que los ministros ofrezcan más personal para cubrir este hueco.
El máximo responsable de la Alianza destacó que la misión de formación desplegada hace seis meses está ya cosechando sus frutos y presumió de que el Ejército afgano logrará con tres meses de antelación el objetivo fijado para 2010 de contar con 134.000 miembros.
Rasmussen cree que la formación será "clave" para lograr el éxito en el país y poner en marcha el proceso de transición que arrancará a mediados de julio en la Conferencia de Kabul, donde el gobierno afgano y la comunidad internacional decidirán qué forma tendrá la transición hacia el liderazgo afgano en materia de seguridad.
También sostiene que los talibanes no estarán motivados para implicarse en un proceso de reconciliación nacional a menos que se den cuenta de que "no tienen ninguna posibilidad de ganar esa batalla militarmente". En esta línea, apostó por continuar con la operación militar porque, a su juicio, "cuanto más fuerte sea el gobierno afgano mejores serán las posibilidades de reconciliación y de reintegración".
Además de Afganistán, en la agenda de los titulares de Defensa figura el escudo antimisiles, proyecto que el secretario general considera "una inversión que tiene sentido" porque, según un análisis de expertos remitido a la OTAN, no sólo es técnicamente posible extender el actual escudo para proteger a tropas y población, sino que el coste 'extra' de hacerlo no llegará a los 200 millones de euros en diez años.
Lo que hace falta ahora es adoptar la decisión política sobre el escudo, que se tomará en la cumbre de la Alianza que tendrá lugar en Lisboa el próximo mes de noviembre. "Creo que el escudo antimisiles es una capacidad que la OTAN tiene que tener para llevar a cabo su misión de defensa colectiva en el siglo XXI", argumentó Rasmussen.
El tercer gran asunto de la reunión, a la que está previsto que asista la Alta Representante de la Unión Europea para la Política Exterior y la Seguridad Común, Catherine Ashton, será una propuesta de reforma para racionalizar el gasto y optimizar recursos en un momento de crisis. Entre otras cosas, se prevé reorganizar las agencias dependientes de la organización, racionalizar los cuarteles militares y reducir el número de comités políticos.
Además, habrá una discusión con los miembros de la Kfor, la fuerza de la OTAN en Kosovo, para detallar la tercera fase de la transición dentro del plan de reducción del contingente militar de la Alianza. Habrá también una primera reunión ministerial con el nuevo Gobierno de Ucrania y otra con el titular de Defensa de Georgia.
Por otro lado, Rasmussen descartó que se hable en la reunión de la reciente crisis abierta entre Israel y Turquía por el asalto a la llamada 'Flotilla de la libertad' con ayuda humanitaria para Gaza en el que fallecieron nueve ciudadanos turcos.