AI acusa a EEUU y varios países europeos de "ignorar" los abusos y torturas en Uzbekistán

MADRID 16 Abr. (EUROPA PRESS) -

La organización no gubernamental Amnistía Internacional (AI) ha acusado este miércoles a Estados Unidos y varios países europeos de "ignorar" las torturas y los abusos de los Derechos Humanos en Uzbekistán.

En su informe 'Secretos y mentiras: confesiones forzadas bajo tortura en Uzbekistán', la organización revela el papel que juegan la tortura y otro tipo de abusos en el sistema judicial del país, así como la represión gubernamental de cualquier grupo percibido como una amenaza para la seguridad nacional.

Así, destaca que la Policía y las fuerzas de seguridad utilizan "frecuentemente" la tortura para lograr confesiones, intimidar a familias enteras o como amenaza para obtener sobornos.

"Es un secreto a voces que cualquiera que pierda el favor de las autoridades puede ser detenido y torturado en Uzbekistán. Nadie puede escapar de las redes del Estado", ha dicho el director de AI para Europa y Asia Central, John Dalhuisen.

"Lo que es bochornoso es que muchos gobiernos, incluido el de Estados Unidos, estén apartando la vista a las torturas, aparentemente por temor a molestar a un aliado en la 'guerra contra el terrorismo'. Otros gobiernos, como el de Alemania, parecen estar más preocupados en las oportunidades de negocio", ha valorado.

En este sentido, AI ha recalcado que, cuando se cumplen diez años de la masacre de Andiyán (este), Estados Unidos y otros países europeos "han puesto los intereses políticos, militares y económicos por encima de cualquier acción para presionar a las autoridades uzbekas para que respeten los Derechos Humanos".

La masacre tuvo lugar el 13 de mayo de 2005 cuando las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra una manifestación, provocando la muerte de entre 183 y 1.500 personas, según los balances del Gobierno y la oposición, respectivamente.

Las autoridades acusaron al Movimiento Islámico de Uzbekistán de estar detrás del levantamiento, si bien los críticos afirman que el argumento es un pretexto para mantener la represión contra la oposición.

Las sanciones impuestas por Europa tras la masacre fueron retiradas en 2008 y 2009 a pesar de que nadie ha sido condenado por el suceso, según ha indicado AI, que ha recordado que Estados Unidos puso fin a sus restricciones en 2012.

"Estados Unidos describe su alianza con Uzbekistán como una política de 'paciencia estratégica', pero es mejor describirla como indulgencia estratégica. Estados Unidos, Alemania y la Unión Europea deben reclamar inmediatamente que se ponga fin a las torturas", ha dicho Dalhuisen.

"La prohibición internacional de la tortura es absoluta e inmediata. Mientras Alemania y Estados Unidos fomentan lazos más cercanos con Uzbekistán la gente es secuestrada por la Policía, torturada para confesar cargos falsos y sometida a juicios injustos", ha remachado.