Las amenazas talibán y de fraude empañan los comicios afganos

Actualizado: lunes, 6 septiembre 2010 17:51


KABUL, 6 Sep. (Reuters/EP) -

Las amenazas de los talibán, el cierre de centros electorales y las advertencias de fraude generalizado están empañando las esperanzas para las elecciones parlamentarias que celebrará Afganistán el próximo 18 de septiembre, una prueba clave de una democracia ya frágil, según han alertado los observadores.

Con los comicios a menos de dos semanas, la Comisión Electoral de Quejas respaldada por la ONU ha anunciado que ya ha recibido 1.503 quejas, que van desde los recursos públicos que se destinan a determinados candidatos hasta la interferencia por parte de responsables gubernamentales.

"Las cosas están empeorando. Muchos (políticos) sólo se están haciendo ricos y trabajan por su propio interés", aseguró un funcionario de Kabul, Azizulla. "No quiero votar, porque he perdido mi confianza en el Gobierno, el Parlamento y en las elecciones por la situación actual", añadió.

Las elecciones son una prueba de la estabilidad en Afganistán antes de que el presidente estadounidense, Barack Obama, lleve a cabo una revisión de la estrategia de la guerra el próximo mes de diciembre que examinará el ritmo y la escala de la retirada de los soldados estadounidenses desde julio de 2011.

El soborno y el enchufismo son las principales preocupaciones de cara a estos comicios después de que las elecciones presidenciales del año pasado se vieran afectadas por las acusaciones de fraude después de que un tercio de los votos que recibió el presidente afgano, Hamid Karzai, fueran rechazados por ser falsos.

De acuerdo con la Comisión Electoral Independiente, nombrada por el Gobierno, los resultados preliminares deberían estar disponibles cuatro días después de las elecciones, pero los resultados finales no podrán conocerse hasta el 31 de octubre.

Al menos 76 candidatos ya han sido descalificados por cuestiones que van desde el registro incorrecto hasta los vínculos con los 'señores de la guerra' y con las milicias.

"Las elecciones parlamentarias tienen que ser un paso adelante, y mi temor es que podamos perder nuevamente esta oportunidad", indicó el ex ministro de Asuntos Exteriores Abdulá Abdulá.

Casi al mismo tiempo en que Abdulá realizaba estas declaraciones, los talibán emitían su primera amenaza explícita para intentar desbaratar los comicios, prometiendo hacer de sus objetivos los soldados extranjeros y a los afganos que participen. Al menos cuatro candidatos ya han sido asesinados, según Naciones Unidas y autoridades del Gobierno, y decenas de trabajadores electorales heridos.

La amenaza de la seguridad ya ha obligado a la Comisión Electoral a cerrar 939 de los más de 6.000 colegios electorales en todo el país. La seguridad durante los comicios la darán los soldados y la Policía afgana, mientras que los soldados extranjeros jugarán un papel secundario.

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