Primer Ministro Turco, Recep Tayyip Erdogan
REUTERS
Actualizado: sábado, 22 diciembre 2012 0:59


ESTAMBUL, 21 Dic. (Reuters/EP) -

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, ha revelado este viernes que los misiles 'Patriot' entregados por la OTAN para impedir un posible ataque desde Siria serán desplegados cerca de las localidades de Adana, Gaziantep y Kahramanmaras, todas ellas en la zona sureste del país.

La Alianza Atlántica autorizó este mes el sistema de defensa antiaérea solicitado por Turquía, que ya ha respondido en varias ocasiones a proyectiles disparados desde el lado sirio de la frontera.

Finalmente, las autoridades turcas desplegarán "seis baterías" de misiles "en Gaziantep, Kahramanmaras y Adana", según ha explicado Erdogan durante una entrevista en la cadena NTV. Estados Unidos, Países Bajos y Alemania cederán estas seis baterías --dos por país-- y enviarán a unos 400 militares que trabajarán en el manejo de los equipos.

Adana, la cuarta ciudad de Turquía por población, se encuentra a unos 100 kilómetros de la frontera. Tiene justo a sus afueras la Base Aérea Incirlik, compartida entre las fuerzas turcas y las estadounidenses. Gaziantep, de 1,5 millones de habitantes, está más al este, a unos 60 kilómetros de la frontera, mientras que en Kahramanmaras viven en torno a medio millón de personas y se encuentra a unos 150 kilómetros de Siria.

La OTAN envió el mes pasado un equipo de reconocimiento a Turquía para analizar cuáles eran las mejores ubicaciones para los misiles, que previsiblemente no comenzarán a llegar al país hasta enero. A finales de ese mes, las baterías podrían estar ya listas para su funcionamiento.

Cada una de estas baterías está formada por un puesto de mando, un radar que alerta del disparo de proyectiles y hasta seis lanzaderas que cuentan, cada una, con hasta ocho misiles. El sistema está preparado para vigilar simultáneamente 50 objetivos y derribar cinco.

Tanto Turquía como la OTAN han subrayado que los 'Patriot' tienen únicamente un objetivo defensivo, pero Siria y sus aliados Rusia e Irán han criticado la medida por considerar que aumenta la tensión en la región.