MADRID, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Líbano, Michel Aoun, ha asegurado que los líderes políticos del país se han mostrado "receptivos" al llamamiento a la calma que les ha hecho en la reunión que han celebrado este lunes para abordar la crisis desatada por la sorpresiva dimisión de Saad Hariri como primer ministro por un supuesto complot contra su vida, durante la que ha defendido que la estabilidad del país debe ser "una línea roja".
"La receptividad de todas las fuerzas políticas a mis llamamientos al apaciguamiento fortalece la estabilidad y preserva la unidad nacional", ha dicho Aoun al inicio del cónclave en el palacio presidencial, según ha informado la agencia de noticias oficial NNA.
Además, de acuerdo con el ministro de Justicia, Salim Jreissati, Aoun ha insistido en que no tomará ninguna decisión hasta que se confirme que la renuncia de Hariri como jefe de Gobierno ha sido "voluntaria" y ha subrayado que la estabilidad política, económica y de seguridad de Líbano es su "línea roja".
"El presidente está esperando a que Hariri vuelva para escucharlo de él personalmente. Esto indica una visión soberana (...) y que la renuncia debe ser voluntaria en todos los sentidos", ha explicado el ministro, según informa Reuters.
Aoun ha contactado con los líderes políticos y religiosos de Líbano para "preservar la unidad nacional, la atmósfera de seguridad y la estabilidad política, así como los logros conseguidos a lo largo del último año".
Hariri viajó a Riad el pasado viernes y un día después anunció desde allí su dimisión denunciando que había descubierto un plan para asesinarle en Líbano. Todavía no ha vuelto a Beirut y este lunes se ha reunido con el rey Salman de Arabia Saudí, según ha informado la cadena Al Arabiya.
Por su parte, el líder del partido-milicia libanés Hezbolá, Hasán Nasralá, ha insinuado que Arabia Saudí ha presionado a Hariri para que dimita y que incluso le estaría reteniendo en Riad.