BRUSELAS, 29 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea remitirá la creación de una empresa de consultoría política y económica por el comisario de Presupuesto y Recursos Humanos, Günther Oettinger, antes de acabar su mandato en el Ejecutivo comunitario el 31 de octubre al Comité Ético Independiente para aclarar si hay un conflicto de intereses o no.
Oettinger ha informado al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, de que ha registrado la compañía de asesoría política y económica Oettinger Consulting, Wirtschafts-und Politikberatung en Hamburgo junto a un socio.
"El presidente Juncker ha tomado nota de la información que se le ha remitido y ha recordado al comisario sus obligaciones en virtud del artículo 245 del Tratado de funcionamiento de la Unión Europea, en particular de que no puede ejercer ni implicarse en ninguna ocupación durante su mandato" en la Comisión, ha informado en rueda de prensa la portavoz comunitaria, Annika Breidthardt, al ser preguntada por la polémica empresa de consultoría creada por el comisario antes de dejar el cargo.
A pesar de que "la compañía no tiene ninguna actividad en la actualidad", el presidente Juncker "pedirá la opinión de un Comité Ético Independiente sobre la posible actividad futura del comisario con esta compañía y las consecuencias de esta situación para el periodo hasta el final de su mandato", ha precisado la portavoz comunitaria.
Breidthardt ha confirmado que Oettinger "ha actualizado su declaración de intereses" para reflejar la creación de la nueva empresa, tal y como obligan las normas del Código de Conducta del Ejecutivo comunitario.
A raíz del polémico fichado de su antecesor Jose Manuel Durao Barroso por Goldman Sachs, Juncker propuso en 2016 ampliar de 18 a 24 meses el tiempo en que un comisario debería pasar "en la nevera" antes de incorporarse a un nuevo puesto de trabajo que pudiera plantear incompatibilidades con sus tareas previas en Bruselas y elevarlo a tres años en el caso de los presidentes del Ejecutivo comunitario.
El comité ético 'ad hoc' que investigó el caso del político luso concluyó que respetó las normas y plazos que marca la UE para aceptar el puesto en Goldman Sachs, aunque cuestionó su "juicio" a la hora de valorar las consecuencias de su fichaje.