BEIJING, 25 Jul. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Débora Altit) -
Las parejas de Beijing que se muestren demasiado afectuosas en público corren el riesgo de ser tomadas por delincuentes, ya que el amplio sistema de cámaras y circuitos televisados que están instalando las autoridades en la ciudad no distingue entre robos y abrazos.
Según informa hoy la agencia oficial Xinhua, "los actos íntimos de los enamorados pueden ser clasificados inicialmente como 'secuestros' o 'robos' por los ordenadores, que están programados para detectar violaciones de la 'distancia de seguridad' e informar a los centros de control".
La capital china cuenta ya, de acuerdo con los datos oficiales publicados recientemente por el rotativo 'China Daily', con unas 265.000 cámaras. Su propiedad se reparte entre la compañía de transporte municipal y otros departamentos de mantenimiento de instalaciones y seguridad pública.
Sin embargo, el fin teórico de este "gran hermano" beijinés no es mantener a raya a los jóvenes chinos, que cada vez se muestran más dispuestos, en contra de lo que marca la tradición, a realizar manifestaciones públicas de cariño. El objetivo es garantizar la seguridad de la ciudad de cara a los Juegos Olímpicos del próximo año, y por esa razón los ciudadanos serán advertidos de la ubicación de las cámaras, con señales visibles en las que se podrá leer, en mandarín e inglés, "estás entrando en una zona vigilada".
La decisión de informar a la población sobre la colocación de estas cámaras se produjo después de que, a finales de año, se produjera un acalorado debate entre la opinión pública sobre el derecho y los riesgos que acarreaba ser espiado. Las autoridades aseguraron entonces que las imágenes sólo serían usadas para el fin con el que habían sido grabadas y que el incumplimiento de esta norma se castigaría con multas de hasta 30.000 yuanes (algo menos de 3.000 euros).
El ejemplo de Beijing y sus cámaras ya ha sido seguido por 17.000 taxistas de la ciudad de Shenyang (norte), que con esta medida pretenden disuadir a posibles atracadores, así como por la sureña ciudad de Guangzhou (una de las más prósperas y peligrosas del país), donde las autoridades han anunciado que instalarán 130.000 cámaras para finales de año.
