El CICR alerta de que algunas zonas residenciales de Trípoli se están convirtiendo en "campos de batalla"

Conflict in Libya
Stringer/dpa
Publicado: jueves, 25 abril 2019 11:20

MADRID, 25 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha alertado este jueves del rápido deterioro de la situación en Trípoli como resultado de los combates entre las fuerzas del Gobierno reconocido internacionalmente y las comandadas por el general Jalifa Haftar, subrayando que algunas zonas residenciales se están convirtiendo ya en "campo de batalla".

Según ha explicado el organismo, como resultado de tres semanas de combates los apagones son corrientes en las zonas afectadas por los enfrentamientos y los servicios básicos e infraestructuras de la ciudad, como hospitales y estaciones de bombeo de agua, ya de por sí afectados por la violencia de los últimos ocho años, se están viendo aún más debilitados.

Desde que el Ejército Nacional Libio que encabeza Haftar y que apoya al Gobierno que tiene su base en Tobruk (este) lanzara su ofensiva sobre Trípoli el pasado 3 de abril, al menos 272 personas han muerto y más de 1.282 han resultado heridas, según el último balance de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Entre ellas figuran al menos 21 civiles que han perdido la vida, incluidas mujeres y niños así como tres miembros de personal médico y un extranjero, de acuerdo con la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA).

Además, más de 35.000 personas se han visto desplazadas por los combates, la mayoría de las cuales han buscado refugio en casa de familiares y amigos o en edificios públicos, como escuelas, que han abiertos sus puertas a los desplazados.

"Una de nuestras mayores preocupaciones es por los civiles que viven cerca de las líneas de frente", ha reconocido el jefe de la oficina en Trípoli del CICR, Youness Rahoui. "Las áreas densamente pobladas se están convirtiendo gradualmente en campos de batalla", ha advertido.

Numerosos civiles se encuentran atrapados por los combates. En el caso de Hamdi, de 24 años, él y su familia consiguieron huir de los misiles y los intensos bombardeos. "En un primer momento nos quedamos en casa porque no queríamos marcharnos", ha contado al CICR. "Pero a medida que los enfrentamientos se intensificaban no podíamos aguantarlo y temíamos que nuestra casa fuera alcanzada, así que nos marchamos", ha añadido.

"NUESTRA VIDA ESTÁ EN UN LIMBO"

"Dejar nuestra casa fue una decisión de último minuto. No estábamos preparados y no nos llevamos nada con nosotros. Mis hermanos y yo se supone que teníamos que ir a la escuela y hacer los exámenes, pero nuestras vidas están ahora en un limbo. No sabemos cuándo volverán a la normalidad las cosas", ha lamentado.

Por otra parte, según el responsable del CICR, "cada vez es más peligroso para los trabajadores sanitarios recuperar a los heridos, con crecientes informaciones de ataques de artillería indiscriminados". En este sentido, ha defendido que "es crucial que hospitales, instalaciones médicas, personal sanitario y vehículos que transportan a los heridos sean autorizados a cumplir con sus actividades de forma segura".

Al organismo le preocupa particularmente la atención sanitaria de la población, ya que los hospitales de Trípoli se enfrentaban con anterioridad a la crisis actual a una falta crónica de medicamentos.

Además, ha precisado, las estructuras de salud que aún están en funcionamiento tienen dificultades para hacer frente a la situación. Por ello, el CICR suministros médicos en estas tres semanas para tratar a al menos 350 víctimas en cuatro hospitales de Trípoli y sus alrededores, así como a tres hospitales de campaña.

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