El CICR, dispuesto a ofrecer sus servicios para facilitar la paz en Afganistán si lo piden las partes

Avión del CICR
QUILTY, ANDREW / ICRC - Archivo
Publicado: sábado, 16 febrero 2019 10:01

El organismo ve "positivo" que se busque una salida que no sea militar y apela a proteger a la población mientras esto ocurre

MADRID, 16 Feb. (EUROPA PRESS) -

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) está dispuesto a ofrecer sus servicios a las partes enfrentadas en el conflicto si estas así lo desean con vistas a alcanzar la paz o a facilitar un acuerdo que ponga fin al conflicto en que lleva inmerso el país desde hace décadas. Mientras esto ocurre, advierte el organismo, todos los actores armados deben respetar a la población civil, que es la que está pagando "un alto precio" por la guerra.

En una entrevista con Europa Press, el jefe de la delegación del CICR en Afganistán, Juan Pedro Schaerer, ha explicado que "por el momento" el CICR no está implicado en los distintos procesos en marcha, incluidas las negociaciones que vienen manteniendo los talibán con Estados Unidos en los últimos meses.

"Pero de ser necesario, en su calidad de intermediario neutral, el CICR puede ofrecer sus servicios ya sea para facilitar las discusiones, para impulsar iniciativas humanitarias o para ayudar a la puesta en práctica si hay acuerdos entre las partes", ha añadido, subrayando que tanto el Gobierno como los talibán saben bien la labor que viene realizando el CICR desde hace 30 años en el país.

Así, Schaerer ha dejado claro que el organismo internacional contemplaría intervenir "si ambas partes se lo piden" al tiempo que ha considerado "muy positivo el que se esté buscando otras salidas que no sea la militar al conflicto afgano".

HAY QUE PROTEGER A LOS CIVILES

Pero mientras esto ocurre y continúan las discusiones, ha recordado, "el conflicto sigue activo y la población sigue pagando un precio muy alto". Precisamente, uno de los cometidos del CICR es velar por el cumplimiento del Derecho Internacional Humanitario (DIH), que estipula las leyes de la guerra y una de cuyas principales premisas es la protección de la población civil.

"Todos tienen la obligación de respetar el Derecho Internacional Humanitario", ha insistido el responsable del CICR, tanto las Fuerzas Armadas afganas, como las fuerzas internacionales de la OTAN o las tropas estadounidenses, pasando por los talibán.

Con todos ellos, el organismo mantiene un diálogo con el fin de hacerles entender la necesidad de que tomen "todas las medidas posibles para minimizar el impacto sobre la población, ya sean ataques aéreos u operaciones terrestres", si bien ha reconocido "resultados diferentes" en función del interlocutor.

Por otra parte, ha denunciado que en el último año se ha producido una intensificación del conflicto con las consiguientes consecuencias para la población civil. Además, ha alertado que el país vive "un momento sensible", ahora que hay una iniciativa de paz en curso, y "durante los próximos meses el conflicto continuará y podría incluso hasta intensificarse".

MÁS DE 30 AÑOS TRABAJANDO EN EL PAÍS

En el caso del CICR, que comenzó a trabajar en el país en 1979 primero desde Pakistán y desde 1987 con presencia dentro de Afganistán, también se ha enfrentado a "muy serios incidentes de seguridad" en los últimos años, ha precisado, subrayando que en 2017 fueron asesinados siete de sus trabajadores, entre ellos la española Lorena Enebral.

"La aparición de nuevos grupos en el país ha hecho que la labor humanitaria y el acceso a las comunidades directamente afectadas por el conflicto se ha ido haciendo más difícil con el paso de los años", ha subrayado Schaerer. Según el responsable del CICR, la población también está viendo cómo a las organizaciones humanitarias les resulta "más difícil hacer llegar su ayuda de forma regular".

En cuanto a la labor que lleva a cabo el organismo internacional en Afganistán, Schaerer ha recordado que se fundamenta en los principios de "neutralidad, independencia e imparcialidad", algo que los afganos ya saben bien y se vertebra en torno a dos pilares, la salud y la protección.

Dentro del primero, el CICR tiene en marcha desde hace 30 años un programa de asistencia a las personas con discapacidad --tanto como resultado de la guerra como por enfermedad o de nacimiento-- que incluye rehabilitación física mediante fisioterapia, así como el suministro de prótesis y otro material, además de apoyar su reinserción social entre otras cosas ofreciéndoles formación.

El CICR también apoya la rehabilitación de hospitales y centros de salud afectados por el conflicto, ofrece material sanitario y otros suministros y apoya a la Media Luna Roja Afgana en 47 centros de atención.

En 2006 puso en marcha un programa de asistencia a los heridos de guerra que incluye la formación para garantizar la estabilización del paciente antes de su traslado y del que se han beneficiado, además de efectivos de las fuerzas de seguridad afganas, los miembros de grupos armados.

Asimismo, incluye el suministro de material médico para poder atender a los heridos de guerra y la creación de una red de taxistas privados que hacen las veces de ambulancia para el traslado de heridos a la instalación médica más próxima y cuentan con un documento acreditativo.

En lo que se refiere a la protección, el CICR vela principalmente por que se respete no solo a la población civil, sino también a las personas detenidas por todas las partes. Para ello, el organismo lleva a cabo visitas a los centros de detención con el fin de constatar que se les trata de forma digna y que se encuentran recluidos en las condiciones humanitarias adecuadas.

Por último, Schaerer ha aprovechado para pedir a la comunidad internacional que "no se olvide de Afganistán y que siga apoyando a las distintas organizaciones que tratan de ofrecer asistencia humanitaria a los afganos".

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