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NUEVA YORK, 3 Mar. (Reuters/EP) -
El conflicto en Sudán del Sur, que estalló en diciembre de 2013 y se vio alimentado por las tensiones étnicas, se ha saldado hasta la fecha con 50.000 muertos y más de 2,2 millones de refugiados y desplazados, según fuentes de Naciones Unidas.
Esta fuente, que ha hablado bajo condición de anonimato, ha advertido de que la hambruna "está a unos pocos meses de distancia", expresando además pesimismo sobre la posible aplicación del acuerdo de paz alcanzado en agosto de 2015.
Tras meses de negociaciones sin resultados y el fracaso de varios alto el fuego, ambas partes acordaron en enero compartir posiciones en un gobierno de transición, y el presidente, Salva Kiir, restituyó en el cargo de vicepresidente al líder rebelde, Riek Machar.
"¿Dónde estamos en la aplicación del acuerdo de paz? En ninguna parte", ha dicho sin embargo esta fuente. "Vemos violencia a causa de las líneas étnicas en otras partes del país que hasta ahora habían quedado al margen", ha remachado.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OHCHR) denunció en enero que todas las partes del conflicto han cometido abusos y violaciones graves, entre ellos ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzosas y uso de esclavas sexuales.
Así, advirtió de que desde mediados de 2015 ha surgido un nuevo patrón en el que pueblos enteros son incendiados, las cosechas son destruidas y el ganado es saqueado.
"Hay señales de que podría tratarse de una estrategia deliberada del gobierno o del Ejército Popular de Liberación de Sudán (SPLA) para privar a los civiles de sus medios de vida y obligarlos a desplazarse", resaltó.
Sudán del Sur, que obtuvo la independencia en el año 2009, se vio arrastrado al conflicto en diciembre de 2013 debido a las disputas entre Kiir y Machar después de que este último fuera cesado del cargo.