Actualizado: miércoles, 29 julio 2020 14:30

BERLÍN, 8 Ene. (EUROPA PRESS) -

Los representantes de la Unión Cristiano Demócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel y del Partido Socialdemócrata (SPD) han alcanzado este lunes un consenso en los contactos previos a la apertura de negociaciones para formar gobierno de coalición para renunciar a los compromisos sobre reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.

Ambas partes coinciden en la imposibilidad de cumplir la reducción del 40 por ciento en las emisiones con respecto a los niveles de 2020, según fuentes de ambas formaciones. Esta postura se debe al crecimiento económico mayor del previsto y al incremento de la inmigración.

En cambio, conservadores y socialdemócratas defienden el cumplimiento de los compromisos con respecto a 2030, fijados en el 55 por ciento con respecto a 1990, lo que supone un giro radical a la política de Merkel, que se ha vendido como la adalid de la lucha contra el cambio climático.

Las fuentes han revelado además que ambas partes coinciden en elevar el porcentaje de electricidad procedente de renovables hasta el 65 por ciento para 2030 con un hito de entre el 45 y el 55 por ciento para 2025. En 2017 este porcentaje ha sido del 33 por ciento.

Los delegados también han pactado rebajar el impuesto sobre la electricidad para reducir su coste, según un documento al que ha tenido acceso Reuters. Además, prevén instalar 4 gigawatios más de energía solar y eólica tanto en tierra como en mar.

Las negociaciones también han abordado una posible reforma fiscal que subiría el tramo de tributación del 42 por ciento de los 53.700 euros de ingresos anuales a los 60.000 euros de ingresos anuales, según otra fuente.

El conservador Michael Grosse-Broemer ha explicado a los medios de comunicación en la tarde del lunes que se han logrado "importantes progresos" en los contactos, aunque aún resta mucho trabajo que hacer para que los líderes de ambos partidos puedan abordar cara a cara el próximo jueves un documento base.

Todos estos acuerdos deberán ser aprobados por los partidos que integrarían la gran coalición y que incluyen tanto al SPD y a la CDU como a la Unión Social Cristiana (CSU), el partido hermano de la CDU en Baviera. Además, las partes deben aún superar importantes escollos en cuestiones espinosas y conflictivas como inmigración, Unión Europea o economía.

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