JERUSALEN, 20 Feb. (EUROPA PRESS) -
El ex primer ministro y líder del derechista Likud, Benjamin Netanyahu, ha aceptado el encargo del presidente de Israel, Simón Peres, de formar el nuevo gobierno de coalición, para el que tendió la mano al Kadima de Tzipi Livni y al Partido Laborista de Ehud Barak. Asimismo, reconoció que es una "gran responsabilidad" y advirtió de que Israel tiene en Irán la mayor amenaza desde la guerra de 1948.
"Hago un llamamiento a la presidenta del Kadima y al presidente del Partido Laborista y les digo que nos unamos para asegurar el futuro del Estado de Israel. Os pido que nos reunamos primero para discutir el gobierno de unidad nacional por el bien de la población y del Estado", señaló Netanyahu en la rueda de prensa posterior a su reunión con Peres.
Asimismo, pidió a los líderes de todas las facciones, "aquellos que me recomendaron (como primer ministro) y aquellos que no lo hicieron" que dejen de lado las desavenencias y se concentren en el bien del Estado israelí. Netanyahu tiene un plazo de seis semanas para formar su gabinete y, si no lo consiguiera, como ya le ocurrió a Livni tras anunciar el primer ministro Ehud Olmert su dimisión en septiembre, podrían convocarse nuevas elecciones.
Tras anunciar que acepta el encargo del presidente después de que su partido, Likud, quedara segundo en las elecciones generales del pasado 10 de febrero pero recibiera los apoyos de varios partidos para formar el futuro gobierno, Netanyahu destacó la "gran responsabilidad" que supondrá formar la nueva coalición que debe proporcionar a Israel "seguridad y paz".
En este sentido, consideró que Irán supone actualmente la mayor amenaza para el país desde la Guerra de la Independencia de 1948, que enfrentó al recién creado Estado de Israel con sus vecinos árabes. "Irán está desarrollando armas nucleares y plantea la mayor amenaza a nuestra existencia desde la Guerra de Independencia" puesto que "sus brazos terroristas nos rodean por el norte y el sur", señaló, en referencia al partido-milicia libanés Hezbolá y al grupo palestino Hamás. Pero también hizo mención a la situación económica, expresando los "duros momentos" que están por venir.
DECISIÓN DE PERES
Peres encargó esta tarde a Netanyahu, que ya fue primer ministro en los noventa, la formación del gobierno después de reunirse por separado con éste y con Livni, al parecer para intentar que ambos partidos se unieran en coalición. El presidente justificó su decisión explicando que "la mayoría de las facciones han expresado su deseo de que haya un gobierno amplio y le pedí a Netanyahu que este deseo sea reflejado en la conformación del ejecutivo".
En este sentido, subrayó que la población necesita "estabilidad gubernamental y política" para responder a los retos a los que se enfrenta el país. "Creo que es de interés nacional establecer un gobierno lo antes posible", afirmó.
"Los israelíes necesitan estabilidad gubernamental y política para que podamos sobrellevar los retos que tenemos por delante. Los retos son variados y urgentes y la opinión pública espera que tras las elecciones se forme un gobierno adecuado que cumpla atentamente con sus deberes", advirtió Peres.
ENCUENTRO CON LIVNI
Así las cosas, está previsto que Livni y Netanyahu se reúnan este domingo para hablar de una posible coalición. Tras la designación del líder del Likud, la ministra de Exteriores conversó con Netanyahu por teléfono y le dijo que él es perfectamente consciente de las reclamaciones del Kadima sobre el nuevo gobierno y que no hay nada que impida que se reúnan, informa la prensa israelí.
Livni ha manifestado en más de una ocasión que si el Likud encabeza el nuevo gobierno el Kadima pasará a la oposición porque no está dispuesto a formar parte de una coalición de mayoría de derechas.
Ayer mismo, había señalado a 'Haaretz' que no entraría a formar parte de una coalición que incluyera al partido ultraortodoxo Shas así como a los también radicales Habayit Hayehudi y Unión Nacional, si bien no descartó la opción de una coalición integrada por Likud, Kadima y la tercera fuerza más votada en los comicios, el ultraderechista Yisrael Beitenu de Avigdor Lieberman.
"Netanyahu nos quiere para estabilizar el gobierno, pero no nos tendrá porque ésta es una coalición que perjudicará al país, no será estable y yo no estaré ahí para salvar a Bibi (Netanyahu) de él y de sus socios", previno Livni, quien sobre los rumores de que "se me ofrecerá poder de veto" aseguró que "el Kadima no fue el partido más votado para conseguir veto en la coalición, sino para encabezarla".
Fuentes próximas a Netanyahu, citadas por 'Haaretz', han indicado que el líder del Likud está dispuesto a ofrecer al Kadima dos importantes carteras, seguramente las de Exteriores y Finanzas, y a Livni el puesto de viceprimera ministra.
REACCIÓN PALESTINA
El portavoz del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, aseguró hoy que trabajarán con cualquier gobierno israelí que "respete la solución de dos Estados" planteada en las negociaciones del último año y que se basaban en los acuerdos alcanzados en la cumbre de paz de Annapolis de noviembre de 2007.
Así se manifestó el portavoz Nabil Abu Rudeina después de que Peres encargara a Netanyahu la formación de gobierno. "Trabajaremos con cualquier gobierno en Israel mientras respete la solución de dos Estados, los acuerdos previos, poner fin a la construcción de asentamientos y (respete) el Derecho internacional", advirtió Rudeina desde Bahrein, donde acompaña a Abbas en una visita oficial.
El líder del Likud no apoya el proyecto del futuro Estado palestino. De hecho, en el año 2001, y en dos ocasiones, expresó su deseo de que el comité central del partido rechazara esta propuesta. Además, en 2004, cuando era ministro de Finanzas, avisó de que dimitiría a no ser que el plan de evacuación de Gaza se sometiera a referéndum, si bien después retiró su ultimátum.
Por su parte, el portavoz de Hamás en Gaza, Fawzi Barhum, dijo que el Movimiento de Resistencia Islámica "no diferencia entre criminales". "Todos ellos cometieron crímenes contra los palestinos", subrayó, citado por la agencia Maan, insistiendo en que "el cambio de caras no significa un cambio de política".
Por su parte, el dirigente de la Yihad Islámica Nafeth Azzam declaró a Maan que "Netanyahu no es más extremista que (el primer ministro saliente Ehud) Olmert, Livni o Barak". "La política israelí contra los palestinos no será diferente", estimó, subrayando que "sus políticas estarán basadas en endurecer el asedio y en más muertes de palestinos".
Mientras, Saleh Zeidan, dirigente del Frente Democrático para la Liberación de Palestina (FDLP), consideró que la decisión de Peres "significa más extremismo en la política israelí y complicaciones en el proceso político". Un representante del 'politburo' del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) Kayed al Ghul coincidió en que la decisión "significa más extremismo israelí hacia los palestinos y pondrá fin a las opciones de negociación con ellos para garantizar los derechos nacionales palestinos".