BEIRUT, 24 Dic. (Reuters/EP) -
Decenas de personas se han congregado este sábado en el exterior del museo nacional de Beirut para encender velas por la mujer británica y las tres mujeres árabes asesinadas la semana pasada en Líbano.
El asesinato de la trabajadora de la Embajada británica Rebecca Dykes la semana pasada ha provocado que los activistas presionen para que se preste más atención a la violencia generalizada contra las mujeres.
Activistas defensores de los derechos de las mujeres libanesas han llevado a cabo una vigilia para llorar a las víctimas, exigir mejores leyes y protestar contra la violencia, incluidos los tres asesinatos reportados en el norte de Líbano la semana pasada.
"La sociedad se niega a escucharnos o vernos hasta que se derrame nuestra sangre", ha asegurado Leen Hashem, una de las organizadoras. "Esta violencia es estructural y sistemática", ha aseverado.
Las personas que se han reunido han colocado rosas blancas sobre las fotografías de las cuatro mujeres asesinadas y han puesto velas en los escalones.
Según Naciones Unidas, un tercio de las mujeres de todo el mundo han sufrido violencia sexual o física.
Un estudio nacional de 2017 del grupo ABAAD de derechos de las mujeres con sede en Beirut ha mostrado que una de cada cuatro mujeres había sido violada en Líbano. Menos de una cuarta parte de las mujeres que sufrieron agresiones sexuales lo informaron, según la encuesta.
"Poco a poco estamos rompiendo el silencio para que las mujeres den un paso adelante y hablen de la violencia a la que se enfrentan", ha señalado la gerente de programa en ABAAD, Saja Michael.
En los últimos cinco años, las mujeres son más propensas a denunciar y buscar ayuda, aunque la agresión sexual sigue siendo un asunto tabú. Entre otras cosas esto ocurre porque las organizaciones sin ánimo de lucra han establecido nuevos refugios y centros comunitarios, con servicios psicológicos, legales, médicos y de otro tipo, según ha asegurado Michael.
El Parlamento libanés aprobó en 2014 por primera vez una ley que penalizaba la violencia doméstica, pero los grupos defensores de Derechos Humanos se indignaron porque las autoridades lo suavizaron y no llegaron a criminalizar la violación conyugal.
El matrimonio infantil también sigue siendo legal en Líbano. El Parlamento abolió en agosto una ley que absolvió a los violadores si se casaban con sus víctimas, uniéndose a otros estados árabes que derogaron leyes similares este año.
Los activistas lo vieron como un paso importante, pero aseguran que aún queda un largo camino por recorrer en la legislación libanesa para proteger a las mujeres.
