NUEVA YORK, 7 Mar. (del corresponsal de EUROPA PRESS, Carlos López) -
La redada llevada a cabo durante el día de ayer por la Policía y los servicios de inmigración en la localidad de New Bedford, próxima a Boston (Massachussets), en la que se detuvo a unos 350 trabajadores indocumentados provocó el abandono de alrededor de unos cien menores, hijos de los inmigrantes detenidos, que se encontraban en el colegio.
Según publica hoy el rotativo estadounidense 'The Boston Globe', cientos de oficiales de inmigración intervinieron en una fábrica de pieles, acusando a la compañía de emplear a inmigrantes ilegales, lo que se tradujo en la detención de 350 trabajadores que no pudieron demostrar en aquel mismo momento que se encontraban legalmente en el país.
La compañía Michael Bianco empleaba inmigrantes indocumentados para la fabricación de chalecos antibalas y mochilas para los oficiales del Ejército estadounidense. Según el rotativo, se vivieron escenas de pánico al ordenar la Policía a los trabajadores mantenerse en sus puestos mientras confirmaban su estatus laboral, cuando mucho intentaron huir.
Las autoridades ordenaron la separación de los trabajadores en ciudadanos americanos y aquellos que no tenían papeles, lo que provocó la estampida de alguno de los trabajadores que a su salida se encontraron rodeados por las autoridades policiales en algunos casos empuñando sus armas reglamentarias y ordenándoles tirarse al suelo.
Según el Centro para la Asistencia de Inmigrantes los niños de los trabajadores fueron dejados sin atención, describiendo la situación como de "pesadilla total" ante el pánico generado. La secretaria asistente del Departamento de Seguridad Nacional, Julie Myers, aseguró que los trabajadores con niños que no tengan a nadie que pueda cuidarlos serán puestos en libertad pero, subrayó, deberán acudir ante la justicia posteriormente.
