GOLFO, 27 Mar. (EP/AP) -
Cazas de guerra estadounidenses abandonaron hoy los dos portaaviones que Washington envió al Golfo Pérsico, el USS John C. Stennis y el USS Dwight D. Eisenhower para participar junto a otras 100 aeronaves y 15 barcos estadounidenses en la mayor demostración de fuerza que Estados Unidos ha desplegado en el Golfo Pérsico desde que lideró la invasión de Irak en 2003.
"Estas maniobras demuestran nuestra flexibilidad y capacidad de respuesta ante amenazas contra la seguridad marítima", explicó el marine estadounidense, el teniente John Perkins, de 32 años, mientras el portaviones Stennis fondeaba a 80 millas de las costas de Emiratos Árabes Unidos. "Muestran que podemos mantener el ambiente marítimo seguro así como el vínculo vital para una economía global abierta", insistió.
El vuelo de cazas de guerra de la Marina Naval estadounidense del tipo F/A-18 dio paso a más de una decena de ensayos de entrenamiento de ataques simulados contra barcos y aviones enemigos en los que participaron más de 10.000 militares norteamericanos, mientras otros debían perseguir submarinos y rastrear minas.
Por su parte, el comandante de Marina de la Quinta Flota estadounidense, con sede en Bahrein, Kevin Aandahl aseguró que las maniobras militares no han sido organizadas en respuesta a la captura de 15 militares británicos en el Golfo, como tampoco, dijo, están encaminadas a amenazar a Irán, cuya marina opera en las mismas aguas.
El comandante no quiso revelar cuando se concretó la fecha para llevar a cabo estos ejercicios militares, aunque añadió que estos dudarán varios días y que los barcos estadounidenses de guerra se mantendrían fuera de la jurisdicción marítima de Irán, a 12 millas de la costa iraní.
Los ejercicios militares "deberían verse por Irán o cualquier otro (país) para la estabilidad y la seguridad regionales", insistió Aandahl, y advirtió de que "si hay un efecto desestabilizador, será por el comportamiento de Irán".
Desde el Pentágono, su portavoz Bryan Whitman explicó que la Marina estadounidense lleva a cabo ejercicios cuando las fuerzas militares de uno y otro país están desplegadas cerca. "Los ejercicios deberían tranquilizar a nuestros amigos y aliados de nuestro compromiso con la seguridad y la estabilidad en la región", explicó Whitman, asegurando que Estados Unidos "no está interesado en una confrontación en el Golfo".
Los ejercicios militares comenzaron sólo cuatro días después de que las autoridades iraníes detuvieran a 15 marineros y marines reales británicos a los que acusa de haber penetrado en aguas jurisdiccionales iraníes de forma ilegal, a pesar de que tanto Reino Unido, como la Marina estadounidense y el Ejecutivo de Irak han insistido en que la inspección al buque mercante que realizaban en el momento de su detención se ejecutó en aguas territoriales iraquíes. Asimismo, el secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, aseguró el pasado enero que el portaaviones Stennis iba a ser enviado a Oriente Próximo como aviso a Irán para no prejuzgar ni minar la capacidad de Estados Unidos en la región.
Por su parte, Irán llevó a cabo ejercicios navales los pasados meses de noviembre y abril, mientras que en octubre la Marina estadounidense encabezó en el Golfo ejercicios de entrenamiento dirigidos a contrarrestar el tráfico de armas.
