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WASHINGTON, 2 May. (Reuters/EP) -
Unos 120 civiles murieron y otros 65 resultaron heridos en las operaciones del Ejército estadounidense en el extranjero en Irak, Siria, Afganistán y Somalia durante 2018, según el informe publicado este jueves por el Pentágono, una cifra inferior a la denunciada por las ONG.
El informe anual, por orden del Congreso, muestra una caída significativa desde los casi 800 civiles muertos en 2017, en parte porque el ritmo de las operaciones contra el grupo terrorista Estado Islámico en Irak y Siria se ralentizó.
Durante las operaciones en Afganistán en 2018, 76 civiles murieron, 42 lo hicieron en total en Irak y Siria, y dos civiles fallecieron en un bombardeo en Somalia, según el informe de casi 20 páginas, que recoge las operaciones aéreas y terrestres. El Pentágono señala que no hubo civiles muertos ni en Libia ni el Yemen.
Estas cifras oficiales están muy por debajo de las apuntadas por las organizaciones que hacen seguimiento a las operaciones militares estadounidenses en el extrajero.
En un informe publicado hace unos días, Amnistía Internacional y Airwars denunciaron que el asalto por parte de la coalición liderada por Estados Unidos para expulsar a Estado Islámico de Raqqa en 2017 dejó más de 1.600 civiles muertos
Por su parte, el pasado febrero, la Misión de Asistencia de la ONU en Afganistán (UNAMA) informó de que 1.185 civiles murieron durante operaciones realizadas por las fuerzas progubernamentales en 2018.
En su informe, el Pentágono señala que hay una diferencia en la evaluación en el número de víctimas entre el Ejército de EEUU y ñla UNAMA por la diferente metodología.
La comandante Candice Tresch, portaoz del Pentágono, ha resaltado que esta es la priemra vez que el informe completo es desclasificado. "Aunque las víctimas civiles son una parte trágica e inevitable de la guerra, ninguna fuerza en la historia está más comprometida con limitar el daño a civiles que el Ejército estadounidense, que de forma rutinaria aplica estándares que protegen más a los civiles que los requeridos por el Derecho Internacional Humanitario", ha sostenido Tresch.
El pasado marzo, el presidente, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva que revocaba una política de la era de Barack Obama que exigía que los oficiales de Inteligencia informaran de las muertes de civiles en ataques con drones fuera de zonas activas de guerra.
Obama puso en marcha la política en 2016 en el marco de un esfuerzo de mayor transparencia sobre los ataques con drones tras haber incrementado de forma drástica su uso contra milicianos islamistas.