EL CAIRO, 22 Sep. (Reuters/EP) -
El grupo terrorista Estado Islámico ha emplazado a los milicianos islamistas asentados en la península del Sinaí a continuar con sus ataques contra las fuerzas de seguridad y a seguir con las ejecuciones y decapitaciones en Egipto.
Las autoridades egipcias, incluido el Ministerio de Asuntos Exteriores, han admitido que existe coordinación entre los milicianos islamistas del Sinaí y los del Estado Islámico. Sin embargo, han asegurado que, hasta el momento, no se han detectado milicianos del Estado Islámico en Egipto. El Estado Islámico controla grandes zonas de territorio en Irak y Siria, donde ha proclamado un califato.
Egipto afronta una creciente amenaza de los grupos islamistas desde que el Ejército, liderado por el general Abdelfatá al Sisi, derrocó en julio de 2013 al entonces presidente del país, el islamista Mohamed Mursi, el primer mandatario elegido en unas elecciones democráticas desde el final del régimen de Hosni Mubarak.
"Llenad las carreteras con explosivos para ellos. Atacad sus bases. Asaltad sus hogares. Cortad sus cabezas. No les dejéis sentirse seguros", ha afirmado Abú Muhamad Al Adnani, en un comunicado difundido en Internet.
El Estado Islámico ha elogiado a los milicianos islamistas egipcios por llevar a cabo "bienaventuradas operaciones contra los guardas de los judíos, los soldados de Al Sisi, el nuevo faraón de Egipto". El actual presidente de Egipto, Abdelfatá al Sisi, que lideró el golpe de Estado que puso fin al mandato de Mursi, ha expresado su preocupación por la amenaza que representan los grupos de milicianos islamistas en Egipto y en otros países.
Un miliciano del grupo Ansay Bait al Maqdis, que opera en la península del Sinaí y que ha matado a cientos de agentes de las fuerzas de seguridad egipcias en 2013, ha asegurado a Reuters que el Estado Islámico les ha proporcionado instrucciones para operar con más eficacia.
Este domingo, un atentado con bomba perpetrado por milicianos islamsitas frente a la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores en El Cairo ha acabado con la vida de tres policías, uno de ellos un testigo clave en un juicio contra el expresidente Mohamed Mursi.
