Filipinas.- Un sacerdote rechaza ser el máximo negociador del proceso de paz para no introcucir tintes religiosos

Europa Press Internacional
Actualizado: miércoles, 20 junio 2007 13:43

MANILA 20 Jun. (EP/AP) -

Un sacerdote católico rechazó hoy la oferta de convertirse en el principal negociador gubernamental en Filipinas para las conversaciones de paz con el Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI), después de que las guerrillas criticaran la elección de un religioso en lugar de una figura política.

El consejero presidencial para el proceso de paz, Jesús Dureza, anunció la semana pasada la elección del reverendo Eliseo Mercado como el jefe de la comisión que se encarga de negociar un acuerdo con el FMLI en el sur de Filipinas. Dureza indicó que Mercado, de 59 años, asumiría el puesto de Silvestre Afable Jr., que renunció al cargo para regresar al sector privado después mantenerse durante casi cuatro años.

Las guerrillas criticaron que la elección de un sacerdote pudiese dar a las conversaciones un tinte religioso que solo complicaría más las ya de por sí débiles negociaciones. Los rebeldes alegaron que respetan a Mercado, un conocido activista por la paz, pero que prefieren a un alto cargo del Estado más que a un sacerdote cristiano, cuya elección puede ser además cuestionada por la tradicional separación entre Iglesia y Estado.

Mercado contestó que entiende las críticas y que no pretende ser un obstáculo para las conversaciones. Añadió que ha informado a la presidenta, Gloria Macapagal Arroyo, a través de Dureza, y a las guerrillas de la declinación de la oferta. "Será mejor para el avance del proceso de paz si yo me retiro", comentó Mercado.

El portavoz de los rebeldes, Eid Kabalu, dio la bienvenida a la decisión de Mercado. "Han existido numerosos precedentes peligrosos", señaló Kabalu, "Estamos llegando a un acuerdo con el estamento político y entonces alguien hace algo que pueda darle un sentido religioso", añadió, "Es peligroso y puede complicarlo todo".

Las conversaciones de paz que se llevan a cabo en Malasia son consideradas por los Gobiernos de Filipinas y Estados Unidos como cruciales para la finalización de tres décadas de insurgencia. Ven este proceso también como la clave para prevenir que los baluartes rebeldes se conviertan en lugares de entrenamiento para islamistas relacionados con Al Qaeda. El proceso de paz, que se inició bajo el mandato del entonces presidente Fidel Marcos, se ha mantenido desde 1997.

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