PARIS, 26 Feb. (EUROPA PRESS) -
La petrolera Total y su antiguo director general, Thierry Desmarest, se sentarán en el banquillo de los acusados del Tribunal correccional de Toulouse que juzgará a partir del próximo 3 de marzo la mayor catástrofe industrial de la historia reciente de Francia, tal y como había solicitado la parte civil.
Lo harán junto a Grande Paroisse, filial de Total el ex director de AZF, Serge Biechlin, la fábrica que explotó el 21 de septiembre de 2001 provocando 31 muertos y más de 2.000 heridos.
Tras haber deliberado sobre la petición presentada por las partes civiles, el Tribunal ha decidido unir el dossier principal y el de las citaciones directas, con lo cual serán dos personas físicas y dos jurídicas las que se sentarán en calidad de procesados para poder determinar su responsabilidad en los hechos.
El abogado de las partes civiles, Simon Cohen, mostró su satisfacción mientras que los abogados de Total se opusieron a la medida recordando que la empresa no fue procesada durante los seis años que duró la instrucción del sumario, a pesar de las reiteradas demandas interpuestas por las familias de las víctimas.
Con más de 1.500 partes civiles personadas en la causa, se ha necesitado una logística particular para celebrar un juicio sin precedentes que se prevé que dure al menos cuatro meses y repase todas las hipótesis para explicar las causas que llevaron a la explosión de la fábrica de fertilizantes químicos.
Debido a la importancia y duración del proceso, que será grabado, el tribunal estará formado por cinco magistrados, en lugar de los tres habituales, y el Ministerio Público estará representado por dos magistrados y no por uno.
La Corte tendrá que pronunciarse sobre la implicación de los encausados que deberán de responder de los cargos de "homicidio involuntario, heridas involuntarias, destrucción y degradación involuntarias debido a una explosión o incendio" y de diversas infracciones al código de Trabajo.
Según el informe final de los expertos, la explosión del hangar 221 donde estaban almacenados los productos desclasificados de la fábrica fue provocada por una mezcla de varios kilos de un producto clorado fabricado en la zona sur del recinto, con 500 kilos de nitrato de amonio vertidos por error en un depósito que con el tiempo se había convertido en un lugar de desechos.
La manipulación de un empleado encargado de clasificar las existencias provocó una onda expansiva inaudita que alcanzó a toda la ciudad, sumida en un auténtico infierno.
La instrucción del sumario ha recogido 1.103 testimonios, 1.700 pruebas y se han redactado 53.820 páginas. Según la acusación, la explosión ocurrida el 21 de septiembre fue fruto de una serie de disfunciones y negligencias imputables a los mandos de AZF.
