PARÍS, 6 May. (del corresponsal de EUROPA PRESS, Salvador Martínez) -
Si como todos los sondeos publicados hasta el viernes, el ganador de la elección presidencial francesa es Nicolas Sarkozy, aspirante del partido gubernamental Unión por un Movimiento Popular (UMP), el candidato, sus militantes y buena parte de sus votantes parisinos, celebrarán muy posiblemente la victoria en la Plaza de la Concordia, en pleno corazón de París, como siempre ocurre cuando que gana la derecha unos comicios en Francia.
Si al contrario, y por sorpresa, se impone Ségolène Royal, candidata a la jefatura del Estado galo del Partido Socialista (PS) francés, los militantes socialistas acudirán en masa a la plaza de la Bastilla. En todo caso un amplio dispositivo policial velará por la seguridad de las celebraciones. Sólo en París hasta 3.000 policías están movilizados en la jornada de hoy.
"Por el momento la policía nacional ha puesto en marcha un dispositivo de prevención", explica Dominique Achispon, secretario general del Sindicato Nacional de Oficiales de Policía (SNOP) al diario galo 'Libération'. Ese dispositivo, que no es más importante que el desplegado en la pasada Nochevieja, consiste en la movilización de 3.000 policías y gendarmes sólo en la capital gala.
Un total de 19 escuadrones del cuerpo de la policía Compañías Republicanas de Seguridad (CRS) velarán por el mantenimiento del orden en París, lo que entraña la movilización de 1.600 de esos agentes. Otras 20 compañías se encargarán de velar por el orden en los barrios de los alrededores de París y otras 40 lo harán en el resto del territorio francés.
"Estamos frente a una situación tensa", dice el secretario general del Sindicato General de la Policía de Fuerza Obrera (SGP-FO) en declaraciones a la edición dominical del diario francés 'Le Parisien'.
De hecho entre los dos aspirantes, Nicolas Sarkozy ha despertado a lo largo de su carrera política como Ministro del Interior una cierta hostilidad en algunos barrios de los alrededores de París. De ese sentimiento dio cuenta, en cierta medida, la crisis de los disturbios del otoño de 2005, en los que grupos de jóvenes se enfrentaron durante casi dos meses a las fuerzas del orden cuando el ahora ex ministro habló de "limpiar los barrios con agua a presión" y de "despejarlos de chusma".
Prueba de la preferencia por la candidata socialista en los barrios en los que se originó la violencia del otoño de 2005 es que, en los barrios del norte y del este de París, los electores hayan elegido a Royal en la primera vuelta de la elección presidencial con porcentajes que van "del 40 y hasta del 50 por ciento", según se lee en el diario galo 'Libération'.
