Archivo - El cruce de Qalandia, entre la ciudad de Jerusalén y Ramala - Europa Press/Contacto/Nir Alon - Archivo
MADRID, 15 Dic. (EUROPA PRESS) -
La gobernación de Jerusalén ha condenado este lunes un plan formulado por el Gobierno israelí que pretende construir hasta 9.000 nuevas viviendas en los alrededores del antiguo aeropuerto de Jerusalén y zonas adyacentes al norte de la ciudad como parte de su política de asentamientos, que el Derecho Internacional considera ilegales.
La medida supone, según la gobernación, una "amenaza directa a la contigüidad geográfica y demográfica del territorio palestino entre Jerusalén y Ramala", mientras que también "socava cualquier horizonte político basado en una solución de dos Estados".
"La implementación de este plan conduciría a la creación de un enclave colonial que separaría el norte de Jerusalén de su entorno palestino y profundizaría la política de fragmentación de la ciudad", ha sentenciado, agregando que esto representa una "flagrante violación del Derecho Internacional".
La comisión de Planificación y Construcción, adscrita al Ministerio del Interior israelí, tiene previsto llevar a cabo una reunión este miércoles para aprobar los principios básicos del plan, que afecta a áreas palestinas densamente pobladas como Kafr Aqab, Qalandia, Ram, Beit Hanina y Bir Nabala.
El proyecto para levantar un asentamiento en los alrededores del antiguo aeropuerto de Jerusalén, construido en 1924 y conocido por Israel como Atarot, fue propuesto en el año 2020, si bien quedó paralizado ante presuntas presiones por parte de la Administración del entonces presidente Joe Biden. En Qalandia hay un importante cruce por el que miles de palestinos cruzan cada día hacia Ramala.
Por su parte, el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) ha condenado el plan en un comunicado y ha denunciado que el Gobierno de Israel explota las temporadas festivas, en alusión a la festividad judía de Janucá, para "imponer nuevas realidades judaizantes en la mezquita de Al Aqsa y en sus alrededores".
"La continuación de los asentamientos, las incursiones, el acoso a los fieles y la imposición de rituales talmúdicos en las inmediaciones de la mezquita de Al Aqsa auguran graves consecuencias para la ocupación, que sufrirá las consecuencias de sus actos criminales", ha señalado.
Esto se produce después de que decenas de colonos hayan asaltado este lunes la mezquita, ubicada en la Explanada de las Mezquitas, el corazón religioso de Jerusalén Este, que descansa en uno de sus laterales sobre el Muro de las Lamentaciones, último vestigio del Templo de Salomón. Por ello, ha sido escenario recurrente de importantes tensiones entre las comunidades judía y musulmana.