Soldados en Rajine, Birmania
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Actualizado: domingo, 24 septiembre 2017 20:54

RANGÚN (BIRMANIA), 24 Sep. (Reuters/EP) -

Las fuerzas gubernamentales de Birmania han señalado a la minoría rohingya por la muerte de 28 aldeanos hindúes que se sospecha, habrían sido asesinados el mes pasado al comienzo de la escalada de violencia entre los rohingyas y las fuerzas de seguridad.

Según la información oficial, veinte de las personas fallecidas en la aldea, en el norte del estado de Rajine, eran mujeres y ocho eran niños varones.

En medio de la escalada de violencia desatada desde el pasado 25 de agosto entre el Gobierno y la población musulmana rohingya, las autoridades no han querido posicionarse directamente sobre a quién creen responsable de la matanza, pero el portavoz Zaw Htay ha declarado que, "obligaron a ocho aldeanas a convertirse a la religión islámica y las llevaron a Bangladesh".

Las autoridades habrían empezado la búsqueda después de que un refugiado en Bangladesh alertara a la comunidad hindú de que 300 milicianos le habían secuestrado y de que habían matado a unas 100 personas de la aldea. Las restricciones de acceso a la zona han impedido a los medios verificar la información de forma independiente.

El 25 de agosto, el grupo armado Ejército de Salvación Arakan Rohingya (ARSA) atacó cerca de 30 puestos de Policía y un campamento militar, matando a unas 12 personas y desatando una dura represión de las fuerzas de seguridad.

El Gobierno de Birmania, país de mayoría budista, ha dicho que más de 400 personas han sido asesinadas desde entonces, la mayoría insurgentes rohingyas, en lo que Naciones Unidas considera una limpieza étnica en respuesta a esos ataques de milicias. Naipyidó niega las acusaciones de limpieza étnica y defiende que está luchando contra los terroristas.

Los miembros de la pequeña minoría hindú parecen haber quedado atrapados en medio del conflicto y en ocasiones han denunciado violencia contra ellos por parte de las fuerzas de seguridad y de ser atacados por los insurgentes bajo la sospecha de ser espías del Gobierno.

LA COMUNIDAD INTERNACIONAL DENUNCIA LA MATANZA

Tanto la vecina Bangladesh como organizaciones de Derechos Humanos tratan de ayudar a los refugiados de todas las religiones y alertan de una crisis humanitaria en el norte del estado de Rajine, donde casi la mitad de las aldeas existentes han sido incenciadas.

La líder birmana, Aung San Suu Kyi, ganadora del premio Nobel de la Paz en 1991 por su aportación a la democratización del país, ha recibido duras críticas por no posicionarse claramente contra la violencia o hacer más para controlar a las fuerzas de seguridad.

La Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN), de la que Birmania es miembro, ha urgido a las partes a evitar el empeoramiento de la situación sobre el terreno y a buscar "soluciones viables y a largo plazo para las causas fundamentales del conflicto".

Desde el mes pasado, se calcula que unas 430.000 personas de etnia rohingya han tenido que huir a Bangladesh. Tanto Naciones Unidas como Estados Unidos han pedido que se ponga fin a la violencia y se permita el acceso de ayuda humanitaria sin restricciones, así como la vuelta a casa de los desplazados con garantías de seguridad.

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