BAGDAD, 5 Feb. (Reuters/EP) -
El gran ayatolá Ali al Sistani, el máximo clérigo chií de Irak, ha anunciado este viernes la suspensión de los sermones políticos semanales, que han servido durante años como guía a los políticos iraquíes y a sus millones de seguidores.
Al Sistani no ha dado ninguna razón para la suspensión de los sermones, que recientemente había centrado en la batalla del Gobierno contra los milicianos del grupo terrorista Estado Islámico y en sus esfuerzos anticorrupción.
"De momento, se ha decidido no continuar con esto semanalmente, solo cuando lo requieran los acontecimientos", ha explicado el ayudante de Al Sistani, Ahmed al Safi, durante un discurso a la ciudad de Kerbala antes de recitar las oraciones.
TOMA DE RAMADI
El sermón de este viernes de Ramadi se ha dado desde la principal mezquita de la ciudad. Ramadi es la capital de la provincia de Anbar, de mayoría suní, y fue arrebatada a los yihadistas a finales de diciembre de 2015, tras seis meses de asedio.
El líder del cuerpo de vigilancia de los lugares religiosos suníes del Gobierno de Irak, Abdul Latif al Himayim, ha agradecido el trabajo a las fuerzas de seguridad y ha pedido a los ciudadanos que regresen rápidamente a sus casas. Más de 3,3 millones de iraquíes se habían desplazado a causa de los enfrentamientos, la mayoría de ellos suníes.
Las fuerzas del Gobierno todavía están desactivando las bombas que dejó el Estado Islámico en la ciudad. La mayoría de los edificios e infraestructuras de Ramadi tienen que ser reconstruidos.
Varios soldados han controlado la seguridad de la mezquita, que no ha resultado muy dañada por los enfrentamientos, y los políticos locales han escuchado el sermón desde dentro. Las fuerzas antiterroristas, que han encabezado la reconquista de la ciudad, están todavía luchando contra los insurgentes en distintas zonas del noroeste del país.
GRAN AUTORIDAD
Al Sistani, octogenario solitario, disfruta de un estatus casi mítico entre los millones de seguidores chiíes y tiene una gran autoridad que pocos políticos iraquíes desafían abiertamente. Sus sermones políticos abordan diversos temas, desde la seguridad hasta las elecciones o la economía.
En junio de 2014 llamó a los iraquíes a luchar contra los insurgentes extremistas del Estado Islámico después de que éstos ocuparan cerca de una tercera parte del país en el norte y en el oeste. Un llamamiento que fue respaldado por miles de chiíes.
Respecto a la política, Al Sistani apoyó la destitución del antiguo primer ministro Nue al Maliki. Además, en verano de 2015 pidió al primer ministro, Haider al Abadi, que iniciara una campaña contra la corrupción del sistema político, una campaña que más tarde criticaría por lenta e ineficaz.
Hace dos semanas, Al Sistani expresó su frustración por la falta de acciones para hacer cambios en los sistemas de seguridad, político y económico. "Todos estos temas se han repetido sin cesar hasta que nuestras voces se han convertido en dolor", aseguró Al Sistani.